En nuestro blog hemos contado nuestra vivencia personal durante el tiempo que pasamos en las islas Galápagos. Fue durante el mes de junio en el año 2013 en nuestro viaje De Tierra de Fuego a las Galápagos. En nuestro archivo de Ecuador hay diversos escritos contando «nuestro diario» del viaje y nuestra experiencia en familia. En el artículo de hoy recogemos todas esas experiencias y algunos consejos.
Las Islas Galápagos son un paraíso natural. Aisladas del mundo durante miles de años, ofrecen un entorno paisajístico y biológico escepcional. Es cierto que, con la llegada de los primeros navíos, especialmente balleneros, se inició la destrucción, la deforestación, la introducción de especies foráneas y también la caza de las grandes tortugas galápagos. Pero, a pesar de ello, su grado de conservación y su belleza son excepcionales. (más…)
¿Sabes que en las Islas Galápagos existen 4 de las 55 especies de mangles que se han determinado en el mundo? Los mangles son unos árboles muy especiales que forman un ecosistema llamado manglar. Su mayor particularidad es la estructura de su sistema radicular que se sumerge en las aguas y enraiza en las zonas costeras. Soportan elevadas concentraciones de sal y crean un ecosistema especialísimo adaptado al ir y venir de las mareas. Los manglares tienen un alto valor ecológico y son fuente y cobijo de una elevada biodiversidad, pero también ofrecen un gran valor económico y sociocultural.
Los pelícanos se acercaban a pescar. Isla Isabela (2013)
En todas las regiones tropicales cubren grandes extensiones de costa y suponen una importante protección contra maremotos, tsunamis y huracanes. El ser humano ha aprendido a aprovehcar los recursos que le ofrece y, no es hasta hora que, con el cambio climático, estos espacios únicos se están viendo amenazados.
Un lobo marino dormía su siesta del mediodía. Isla Isabela (2013)
Cuando viajamos a las Islas Galápagos con nuestros hijos hace ya 3 años, pasamos momentos inolvidables junto a estos árboles que construyen un laberinto mágico ideal para el juego de muchísimas especies y, también, para nosotros. Las crías y alevines de infinidad de especies nadan entre el entramado de ramas y raíces que crecen sumergidas. En estos espacios el agua del océano se encuentra con los manantiales de agua dulce que fluían desde tierra firme facilitando un lugar ideal para la alimentación y la protección de estos animalillos.
Laguna de las Ninfas. Isla Santa Cruz (2013)
Visitamos la Isla de Santa Cruz, la Isla Isabela y la Isla de San Cristóbal y aprendimos muchísimas cosas porque el Parque Nacional de las Islas Galápagos trabaja para informar a todos los ciudadanos y visitantes de estas islas maravillosas.
¿QUÉ TIPO DE MANGLARES PODÉIS ENCONTRAR EN LAS ISLAS GALÁPAGOS?
MANGLE ROJO: puede alcanzar hasta 10 metros de alto y tienen muchas propiedades curativas, entre otras, capacidad antibiótica, antiséptica y desinfectante. Su corteza grisácea oculta su interior rojizo.
MANGLE BLANCO: es un mangle muy esbelto que puede alcanzar los 20 metros de altura. Esta especie es de aspecto arbóreo.
MANGLE NEGRO: su tronco negruzco y sus hojas puntiagudas con incrustaciones de sal son carácterísticas de esta especie.No tiene raíces afianzadas al suelo sino bolsa de aire que ayuda a que respiren cuando están sumergidas.
MANGLE BOTÓN: es un arbusto muy ramificado que no supera los 4 metros de altura. Sus ramas son frágiles y en la base de sus hojas aparecen dos glandulitas para eliminar la sal.
Aprendiendo en el Parque Nacional de las Islas Galápagos (2013)
Siempre nos sorprendíamos observando estos árboles. Los pelícanos dormitaban en sus copas, las iguanas aparecían nadando entre sus raíces e infinidad de pececillos y pájaros nadaban y se alimentaban entre sus sombras. En la Laguna de las Ninfas pasamos muchas mañanas avistando aves mientras leíamos o jugábamos tranquilamente. En Tortuga Bay disfrutamos de la playa a la sombra de un enorme mangle mientras los pinzones venían a visitarnos confiados. Y en el Estero de Isabela, de camino al Muro de las Lágrimas, y en la Bahía Concha de Perla, descubrimos a los lobos marinos dormitando mientras la marea baja dejaba espacios de arena tranquilos donde esconderse.
Las crías de las rayas vienen a comer junto a la playa de los Alemanes. Isla Santa Cruz (2013)
Isabela es la única isla en la que aparecen las cuatro especies de mangle, seguramente por que es la menos alterada y también la que presenta un mayor número de ecosistemas diversos. Estos increibles bosques intermareales son un tesoro que se ve amenazado por la acción de los humanos: calentamiento global, contaminación, sustancias tóxicas, deforestación… En las Galápagos todavía sobreviven y, además, son protegidos y atendidos. Confiemos que este modelo de gestión se extienda en michos otros lugares del mundo. Bien vale la pena.
Entre manglares en Tortuga Bay, Isla Isabela (2013)
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En nuestros viajes por el mundo, uno de los elementos comunes a todas nuestras escapadas, es la búsqueda de entornos dedicados a la enseñanza de las maravillas del mundo natural . Espacios creados por el ser humano que combinen el afán por recuperar y proteger ciertos lugares con el deseo por divulgar los más bellos secretos de la Madre Tierra. Se trata así de desarrollar nuestra empatía hacia ella y nuestro interés por promover su conversación.
Seres humanos que se sumergen en la naturaleza sin molestar (Escocia, 2014)
Hace ya mucho tiempo que Rachel Carson escribió su dulce y delicado libro Sense of wonder al que ya dediqué un post hace tiempo. Su visión poética y su amor por la naturaleza acrecentaron en nosotros el deseo por seguir disfrutando de las pequeñas cosas que nos ofrecen las playas, los bosques, los ríos o cualquier lugar que no haya sido alterado drásticamente por nuestra especie. Conocer el mundo natural es un deber para todos.
Tras la erupción del volcán Calbuco el pasado 22 de abril he estado pensando en los volcanes que he visitado en mi vida viajera. Haciendo este repaso me he dado cuenta de que los volcanes han sido una de las excusas para visitar muchos lugares. Nunca me había parado a pensarlo pero realmente he pisoteado unos cuantos y he de reconocer que siento una cierta atracción por ellos. El volcán más grande del Sistema Solar está en Marte y se llama Monte Olimpo en recuerdo al Olimpo de nuestros dioses griegos. Es un volcán inalcanzable, por supuesto, que sólo podemos observar gracias a bellas fotografías de nuestros telescopios espaciales. Es tan grande que solo al compararlo con nuestras grandes montañas podemos imaginar cómo debe ser de enorme.
Los volcanes generan magnetismo en los seres humanos. Nos cautivan con su simetría y belleza majestuosas. Cubiertos de nieve o de cenizas dejan ver su forma cónica a través de las nubes que muchas veces se arremolinan en sus laderas. Guardo un recuerdo especial de los últimos volcanes que vimos en nuestro viaje De Tierra del Fuego a las Galápagos. Quizá por ser todos ellos volcanes «jóvenes» y activos, quizá por los lindos recuerdos que conservo en mi mente.
Pero hay algunos otros que me vienen a la mente. Aquí os dejo «mis recuerdos más cenizos».
Probablemente, para contestar esta pregunta primero es necesario contestar otra cuestión: ¿Te gustaría a ti vivir con la permanente expectativa del asombro? Cuando decidimos emprender nuestro viaje y, posteriormente, escribir el libro sobre esta experiencia en familia fue, sobre todo, porque a lo largo de nuestra vida juntos sentimos que se reforzaba en nosotros esta necesidad y esta capacidad de vivir con conciencia y asombro los momentos sencillos de nuestra vida. Ahora hemos concluido esta etapa, el libro está impreso y ya hemos dicho lo que sabíamos. No sabemos si será un libro vivo o un libro muerto, si ofrecerá algo a sus lectores o no lo hará. En función de esto podrán surgir o no nuevos proyectos.
Cada día como individuos constatamos lo difícil que es vivir con la permanente expectativa del asombro. Lo mismo ocurre en nuestra convivencia como familia acuciados por las múltiples obligaciones que nos obliga nuestra existencia y, aún mucho más, en nuestro trabajo como profesores. Es en nuestra actividad laboral donde más sentimos la necesidad de trabajar en este sentido y también donde más sufrimos nuestra incapacidad para llevar adelante este proyecto.
Uno de los dibujos de Ernest que ilustra el libro
Leer a diversos autores y conocer a ciertas personas nos ayuda y refuerza en esa idea. La sensibilidad y la creatividad de aquellos que creen que hay dentro de nosotros un ser rico e interesante que debemos cuidar y desarrollar sin miedo en todas sus múltiples capacidades, sin presiones y sin objetivos preconcebidos nos alienta a seguir trabajando. Son tantas la iniciativas alrededor del mundo que caminan en esta dirección que no logramos entender por qué no alcanzan a nuestra sociedad, a los profesionales de la educación y, aún menos, a los responsables políticos que deciden el marco educativo que nos regula.
¿Qué tipo de sociedad queremos? ¿Qué tipo de escuela necesitamos y necesitan nuestros niños y adolescentes? Más allá de confrontaciones de carácter ideológico, necesitamos una reflexión en la que se plantee cómo deberían organizarse los centros y cómo debería desarrollarse el proceso de enseñanza y aprendizaje. ¿Cómo deberían organizarse los horarios laborales y su encaje en la vida familiar? Todas estas cuestiones están presentes en nuestro libro e intentamos responderlas de una manera sincera y personal con el deseo de animar a los lectores a reflexionar sobre ellas.
Refugio Tinquilco. Dibujo de Pau para el libro
Del mismo modo que no creemos en un modelo de enseñanza en el que el profesor transmite ideas en un discurso unidireccional, un modelo en el que el profesor es el protagonista del proceso de enseñanza y los alumnos meros espectadores, tampoco creemos que este libro sea el protagonista de este diálogo, el protagonista es el lector y, en la medida que sienta curiosidad, podremos compartir ideas, reflexiones y esperanzas. Si fuera un libro vivo, quizá podría dar pie a organizar una mesa redonda, un encuentro entre lectores, una conversación en la que todos pudiésemos plantear nuestras dudas y sugerencias para aprender juntos y plantearnos nuevos retos.
Emblema del Parque Nacional Galápagos. Dibujo de Pau para el libro
Es quizá por ello que nos sentimos cómodos en la Escuela Waldorf de Alicante porque allí hemos encontrado un lugar en el que aprender y colaborar, en el que opinar y escuchar, en el que trabajar y ayudar, para ofrecer a nuestros hijos otro modelo educativo que se ajuste más a sus necesidades como individuos únicos. Entraña riesgos y dificultades pero es estimulante y despierta en nosotros nuestro sentido del asombro. En la medida en que pudiésemos extender esta manera de hacer a nuestros pueblos y ciudades, en la medida en que podamos aportar un rayo de esperanza con nuestro libro, nos sentimos plenamente recompensados por el esfuerzo realizado.
Disponemos aún de unos 60 ejemplares para la venta. Cuestan 15 euros (como donativo íntegro para el proyecto de Primaria de la Escuela Waldorf de Alicante) más 5 euros por los gastos de envío en la península.
Si estás interesado en recibir nuestro libro ponte en contacto con nosotros a través del correo electrónico (nosaltres4viatgem@gmail.com) enviándonos tus datos personales y detallando el número de ejemplares que te interesan. Nos pondremos en contacto contigo tan pronto como podamos.
Además tenemos disponible el libro en formato digital que podemos enviarte sin cargo alguno aunque también se agradecerán los donativos que irán destinados a la escuela.
Hoy hace una año iniciábamos nuestra estancia en las Islas Encantadas. Así aparecen ahora nuestro recuerdos, como encantados, porque la combinación de sensaciones, colores, sonidos, imágenes y emociones nos hacen complicada la descripción de las experiencias que vivimos allí a lo largo de aquellas cuatro semanas. Casi me atrevería a decir que visitar aquellas islas debería ser una visita obligada para los amantes de la naturaleza y, sobre todo, para aquellos cuya sensibilidad hacia el mundo natural está poco desarrollada. Aqui os dejamos nuestros recuerdos de las islas Galápagos.
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