VIAJA, VIVE, COMPARTE: VIVIRÁS MÁS INTENSAMENTE
Vivir o viajar? Y por qué no ambas cosas… Puede ser la vida cotidiana como nuestra vida cuando viajamos? Seguramente en muchos aspectos no, pero en otros muchos sí. Esta es la reflexión que nosotros planteamos en nuestra charla en el II Encuentro de Familias en Ruta. Hay personas que se sienten atrapadas en su vida cotidiana y que viajan para huir, otras tienen pánico a salir de su hogar -y aún más si es acompañadas de niños pequeños- por eso, cuando viajan, procuran hacerlo con todos los elementos bajo control intentando emular aquello que tienen en casa. Hay otras personas que han hecho del viaje su modo de vida o de su vida todo un viaje. Como alguien decía: ¿vivir para viajar o viajar para vivir? O mejor, ninguna de las dos cosas…

En nuestro caso, intentamos que nuestra vida sea lo más parecido a aquello que nos gusta hacer cuando viajamos. Al viajar vivimos de un modo más precario, con menos comodidades, con más dificultades logísticas, pero disponemos de más tiempo para nosotros y para nuestras familias. Aprendemos que muchas cosas son prescindibles, por ello, en nuestro día a día, intentamos quitarnos de encima aquello que no consideramos necesario y, a pesar de ello, seguimos disfrutando de un nivel de confort mucho mayor que en los viajes.
En el día a día, intentamos buscar ese tiempo para nosotros, eliminar elementos que nos distraen de nosotros mismos -por ejemplo, la tele- y salir a la naturaleza, donde todos nuestros sentidos se expanden libremente. Evitamos compromisos que no nos aportan nada y realizamos actividades que nos ayudan a crecer: cultivar un huerto, hablar con los amigos, visitar lugares cercanos…
Escribimos. Escribimos. Hablamos. Hablamos. Leemos. Leemos. Desde que nacieron, cada uno de nuestros hijos tiene un «diario íntimo y personal» donde anotamos nuestros comentarios y les explicamos cómo ha ido creciendo su cuerpecito y cómo van desarrollando su personalidad. No lo hacemos únicamente para que tengan un testimonio de quiénes fueron, lo hacemos, fundamentalmente, porque nos ayuda a tomar conciencia de nuestro papel como padres. Es esta una etapa única que no volverá y, detenernos a indagar en ella, nos ayuda a disfrutarla aún más.
Viajar es una oportunidad para el crecimiento personal y familiar, pero también social. Viajar te permite hacerte consciente de la verdadera medida de las cosas; viajar te permite apreciar la naturaleza en todas sus dimensiones y te ayuda a ponerte en el sitio real que ocupamos como seres humanos. Viajar es una oportunidad para confiar en la gente que encuentras a tu lado y te hace sentir cuánto nos necesitamos unos a otros. Viajar te permite conocer el verdadero valor de las cosas, que no es lo mismo que el precio que estas pueden tener. Viajar es una oportunidad para la desconexión y, simultáneamente, para conectar con uno mismo. Viajar te hace descubrir el lenguaje universal de la sonrisa.
Ahora, volvamos a leer el párrafo anterior y sustituyamos «viajar» por «vivir». ¿No es posible vivir de esta manera? Estamos convencidos de que sí. Y así intentamos que sea cada día.
El encuentro al que hemos asistido este pasado fin de semana estaba pensado para que fuera un lugar de convivencia integral, para adultos y niños. Porque en la vida las personas no deberíamos estar separadas por grupos de edad. Como decían sus organizadores, Max y Susana, era un encuentro de «niños de 0 a 99 años». Es por ello que todas las actividades estaban pensadas para que adultos y niños las compartieran. En las charlas, en los talleres, en las mesas redondas… nadie estaba excluido. Ha tenido lugar en el Vinyols Camp (Tarragona), un camping muy agradable lleno de árboles, con un huerto ecológico, animales de granja y piscina. Un espacio ideal para correr y jugar, para pasear y compartir experiencias. Charlas sobre educación libre, especialistas en pedagogía Waldorf, talleres de creatividad, música y expresión corporal… No ha faltado de nada.

En la Sala de Experiencias, algunas familias que hemos hecho «viajes especiales» hemos narrado nuestra aventura y compartido sensaciones pero, sobre todo, nos hemos estimulado a seguir con este plan de vida. Sin duda, lo mejor ha sido poder conocer gente maravillosa y llenar el alma de buenas sensaciones, ilusiones y sueños. Y aún más especial: transformar el «conocimiento virtual» en «contacto real». En nuestro blog del viaje De Tierra de Fuego a las Galápagos hacemos mención de muchas de ellas. Internet nos ha facilitado conocer gente pero el contacto visual, el abrazo y las sonrisas son realmente sobresalientes respecto a la red. Así fue con Karina y Albert de la Volta al Món, con María, Heber y Éire de La Furgoteta y Loli y Mario de Viajando en Furgo.

 

 

Las experiencias de estas familias fueron tantas y tan especiales todas ellas que describirlas sería eterno. A continuación os facilitamos los enlaces de sus sitios en internet por si os apetece viajar un poquito con ellos desde casa y, si aún tenéis alguna duda, esperamos animaros a poner en marcha vuestros proyectos vitales.

ROAD111: viajaron desde Barcelona a Sidney con sus dos niñas en una autocaravana, una intensa experiencia sobre cuatro ruedas.
This is not Barna: se quedaron sin trabajo pero no perdieron sus ilusiones por lo que se fueron hasta Iran con su bebé en una furgoneta.
Makuteros FamilyRun: casi un modo de vida, vivir para viajar con energía y mucha ilusión por descubrir el mundo.
Alicia y Mu: para mantener su modelo de familia y respetar su filosifía de vida, decidieron viajar hasta Nueva Zelanda para iniciar una nueva etapa vital.
Mundubicyclette: han pedaleado el mundo en bicicleta con sus pequeños hijos. Sin objetivos, sin prisas, sin retos, simplemente para vivir como ellos necesitan hacerlo.
Un gran viaje: dos viajeros enamorados de África que ahora han emprendido nuevos proyectos para ayudar a otras muchas personas a viajar.
La volta al món: energía y mucha ilusión para viajar durante 550 días en familia.
Mas la Llum: una familia que ha hecho realidad su sueños de montar una casa rural ecosostenible.
Viajar con niños: una familia muy viajera surgida de unos papás muy viajantes y cooperantes.

Todas estas experiencias nos impactaron, quizá la de Alicia y Mu, junto a la de Andoni y Alice (mundubicyclette), fueron las más especiales para nosotros. Sin duda, nos vimos reflejados en la mirada de todas estas familias y ha sido un estímulo increible para nosotros.

Dejamos ya el recuerdo de este encuentro, con el video en el que resuminos qué es para nosotros viajar, perdón, vivir….

Unas cosas llevan a otras… El río de la vida, el viaje… Estamos en continuo movimiento.
Ahora nos embarcamos en un proyecto estimulante en el que compartimos nuestra experiencia con otras familias viajeras. Queremos animar a todos aquellos que se lo están pensando a decidirse y lanzarse a vivir una linda experiencia con sus hijos. 
Con la colaboración de la web Familias en Ruta, queremos participar en un proyecto para la creación de un documental. Cada una de las familias participantes vivimos circunstancias diferentes, somos personas distintas, pero todas compartimos la ilusión por viajar con nuestros hijos y hemos hecho realidad el sueño de una larga escapada por el mundo.
¿Cómo nos lo montamos con la vivienda, el trabajo, el presupuesto?. ¿Cómo hicimos con la educación de los niños?. ¿A qué situaciones debimos enfrentarnos, por qué dificultades pasamos y cómo las superamos?. ¿Te cambia la vida un viaje así?. ¿Qué sensaciones nos ha dejado?

Aquí tenéis el documental!

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