Lo reconozco, creo que la primera vez que oí hablar de Venezia fue gracias a los Hombres G. Eso me delata. Hay datos en nuestra biografía tan simples como ese que dicen mucho de nosotros: nuestra edad, nuestro pais de residencia, el sistema educativo que cursamos la educación primaria, el tipo de juegos que compartíamos, las películas que veíamos o la música que escuchábamos.
La primera vez que viajé allí tenía 17 años y me fui con mi hermana y una amiga en un viaje de estudios organizado por un instituto de una ciudad cercana en el que sobraban plazas. Mi madre nos dejó: siempre nos dejaba. Mi madre era una mujer temerosa en otros aspectos de nuestra vida. Por ejemplo le costaba mucho dejarnos salir tarde por la noche, eso estaba casi prohibido. Pero viajar… hacer viajes… eso era posible siempre que la economía familiar lo permitiese. Y así hicimos un largo viaje en bus, en pleno invierno, para llegar al Lido veneciano. Humedad, brumas, frío y carnaval! Era carnaval! La ciudad tenía un aspecto misterioso y fascinante. Pasamos tres días comiendo bocatas de atún en cualquier rincón y descubrimos muchos rincones sorprendentes y mágicos.
Tras la erupción del volcán Calbuco el pasado 22 de abril he estado pensando en los volcanes que he visitado en mi vida viajera. Haciendo este repaso me he dado cuenta de que los volcanes han sido una de las excusas para visitar muchos lugares. Nunca me había parado a pensarlo pero realmente he pisoteado unos cuantos y he de reconocer que siento una cierta atracción por ellos. El volcán más grande del Sistema Solar está en Marte y se llama Monte Olimpo en recuerdo al Olimpo de nuestros dioses griegos. Es un volcán inalcanzable, por supuesto, que sólo podemos observar gracias a bellas fotografías de nuestros telescopios espaciales. Es tan grande que solo al compararlo con nuestras grandes montañas podemos imaginar cómo debe ser de enorme.
Los volcanes generan magnetismo en los seres humanos. Nos cautivan con su simetría y belleza majestuosas. Cubiertos de nieve o de cenizas dejan ver su forma cónica a través de las nubes que muchas veces se arremolinan en sus laderas. Guardo un recuerdo especial de los últimos volcanes que vimos en nuestro viaje De Tierra del Fuego a las Galápagos. Quizá por ser todos ellos volcanes «jóvenes» y activos, quizá por los lindos recuerdos que conservo en mi mente.
Pero hay algunos otros que me vienen a la mente. Aquí os dejo «mis recuerdos más cenizos».
Empecé a despertar aquella mañana tras un delicioso desayuno con «una meravigliosa spremuta di arance rosse, le sanguinelle». En aquella casa se sentía la alegría de aquella madre que recibía a su hijo tras muchos meses. Sonaba el piano en el salón iluminado por el sol. Casi podría haberme ido a la cama a dormir nuevamente porque aquel ratito ya justificaba haber vivido aquel día. Pero no fue así, obviamente, aquella isla estaba esperándome para descubrirla y yo quería exprimir cada hora al máximo.
Diana cazadora (Siracusa 2007)
El viaje desde Augusta a Siracusa es bonito pero, a la vez, deprimente, ya que has de pasar por 18 km de costa invadidos por refinerías de petróleo y otras industrias químicas. Decenas de chimeneas, tubos y tuberías, bastante envejecidos, hacen de la costa un escenario fantasmal que no encaja entre aquel maravilloso mar azul y las verdes colinas de la costa oriental de la isla. El progreso renuncia a la autoexigencia en aspectos medioambientales y, como en otros muchos lugares del mundo, ofrece empleos a cambio del deterioro del entorno. Kilómetros de costa contaminada pero alejada de las grandes urbes de modo que la mayor parte de los italianos desconocen los efectos del refinado de esos productos petroquímicos que ellos utilizan cada día.
Es curioso cómo funciona nuestro cerebro, cómo hace asociaciones y nos trae pensamientos que llenan el aparente vacío de nuestra mente. Esta mañana iba en coche al trabajo y he pasado junto al mercadillo de El Campello donde semanalmente aprovisionamos nuestra despensa de excelentes productos frescos -y muchas veces ecológicos- en el maravilloso puesto del Sr. Eladio. Simultáneamente escuchaba en la radio comentarios sobre el Festival de Cine de Venezia y, así ha sido como, de pronto, he creído encontrarme dando un paseo por el mercado situado junto al gran puente de Rialto.
Mercato del Pesce (Venezia, 2009)
Desde Bologna a Napoli, de Roma a Catania, en los pequeños pueblos y en muchos barrios, los mercados italianos siempre me han llenado con su energía y colorido, con el buen gusto del diseño de sus puestos y el jolgorio ruidoso de los vendedores. Las influencias centroeuropeas al norte y el mediterráneo más al sur, el mundo árabe y el americano, todo se encuentra en estos mercados. El mercado de Rialto en Venezia conserva además la magia de la ruta de la seda cuando hasta aquí se traían los productos del lejano Oriente. (más…)
Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí:
Política de cookies
Este sitio emplea cookies de Google para prestar sus servicios, para personalizar anuncios y para analizar el tráfico. Google recibe información sobre tu uso de este sitio web. Si utilizas este sitio web, se sobreentiende que aceptas el uso de cookies.EntendidoMás Información
Privacidd y Política de Cookies
Privacy Overview
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.
Comentarios recientes