Cuando regresamos de un viaje siempre nos gusta hacer balance y recoger las vivencias y sensaciones que hemos ido experimentando. En este viaje a Islandia con niños hemos podido disfrutar de la naturaleza en un lugar único con particularidades que convierten a este destino en inolvidable. Han sido 12 días mágicos en los que han alternado días soleados con días ventosos y de mucha lluvia. La primavera empezaba a asomar, el deshielo era patente en el caudal de las cascadas, los hielos en los glaciares eran increíbles.

Este viaje a Islandia con niños nos ha traído recuerdos de otros viajes: especialmente a Escocia y al sur de la Patagonia. El clima, el viento, las montañas, el mar… Pero Islandia, por su origen volcánico, se muestra como un país único. Realmente excepcional. La naturaleza está a la mano de cualquiera, hay muchos lugares accesibles para que todo el mundo pueda disfrutar. En esta época del año los días ya son muy largos y se puede aprovechar el viaje a tope con temperaturas no muy frías.

NUESTRA RUTA EN ISLANDIA CON NIÑOS DÍA A DÍA

Como sabéis, solemos adaptar nuestras rutas a las posibilidades que nos ofrece el intercambiode casa. Es por ello que en esta ocasión nos hemos centrado en viajar por el sur de Islandia con una breve escapada a la península de Snaefellnes. En el mapa que compartimos a continuación tenéis los lugares que hemos visitado y, en algunos de ellos, hemos incluído también alguna foto. Solo en la península de Snaefellnes dejamos de ver algunos enclaves por el mal tiempo que tuvimos.

Día 1.- vuelo Alicante – Oslo – Reykiavick

Día 2.- mañana en Reykiavik, excursión a Grindavik, baño en el Blue Lagoon, acantilados junto al faro de Reykjanes y atardecer en «el puente entre dos continentes»

Día 3.- recorremos la península de Snefellnes por el sur en el sentido de las aguas del reloj. Nos detenemos en algunos lugares tan bonitos como la iglesia de Búđakirkja y la grieta de Rauđfeldsgjá pero no podemos admirar el volcán Snæfells debido a la lluvia y las nubes bajas. Renunciamos a algunos planes y seguimos recorriendo el norte de la península hasta Stykkishólmur.

Día 4.- Stykkishólmur y recorrido por el fiordo. De regreso a Reyjkiavik paramos en Borgarnes para ver el Settlement Center y comer en el delicioso buffet de su restaurante. De nuevo en la capital pasamos dos horas en el Perlan Museum: un museo que no os debéis perder en Reykiavik.

Día 5.- Círculo Dorado: Parque Nacional Þinvellir (o Thingvellir) y Geysir. Disfrutamos de los paisajes mientras recorremos la carretera 36 y llegamos hasta Kirkjubæjarklaustur donde tenemos nuestra segunda casa de intercambio.

Día 6.- De Kirkjubæjarklaustur a Hofn. Cascada Svartifoss, laguna glaciar Jokularson y Diamond Beach.

Día 7.- Excursión por la cascada de  Kirkjubæjarklaustur. Día de lluvia y nos refugiamos en la piscinade aguas termales municipal. Paseo por la costa.

Día 8.- Suelo de bloques de basalto de Kirkjugólf y columnas de basalto Dverghamrar. Glaciar Svinafellsjökull. Antiguas granjas y cascadas.

Día 9.- Excursión por el glaciar con Blue Iceland.Traslado a Hvolsvöllur donde tenemos nuestra nueva casa de intercambio.

Día 10.- Cascadas de Seljalandsfoss, Gljúfrafoss y Skogafoss. Museo de Skógar. Comemos en Vik i Myrdal. Playa negra de Reynisfjara y acantilados de Dyrhólaey.

Día 11.- Keldur. Museo Lava Centre. Piscina municipal de Hvolsvöllur.

Día 12.- vuelo Reykiavik – Bergen – Alicante.

Primeras sensaciones tras nuestro regreso

Descubrir un nuevo destino, un nuevo país, es una oportunidad para conocer y para conocerse a uno mismo. Tantas cosas que damos por «normales» pueden dejar de serlo en otros lugares del mundo. Vivir en Islandia no ha sido tarea fácil durante los siglos pasados. Hoy en día, la ciudadanía de aquel país, construye un nuevo país con muchas oportunidades aprovechando sus recursos pero siempre, sabiendo que bajo sus país, la Tierra dicta sus destinos.

1. Ten siempre claro cómo te gusta viajar y, recuerda, a veces menos es más

Como probablemente sabéis si seguís nuestro blog, nosotros preferimos correr menos y centrarnos en descubrir a fondo las regiones que visitamos. No es mejor, es lo que nos gusta a nosotros. Nos gusta familiarizarnos con los lugares que visitamos: «hacerlos nuestros». Como podéis ver en el mapa anterior nos hemos centrado en el sur y el suroeste de Islandia.

A pesar de tomarlo con calma hemos recorrido unos 2.900 km en 10 días y nos hemos limitado a conocer una cuarta parte de la isla. Hemos tenido la oportunidad de hacer muchas excursiones, visitar enclaves únicos, museos y, también, la capital del país. En realidad nuestro viaje a Islandia se ha limitado a recorrer el suroeste de la isla, la parte más occidental del este y la península de Snaefellnes. Pensad que Islandia tiene una superficie similar a las regiones de Andalucía y Murcia juntas ¿creeis que es posible recorrerlas y conocerlas en 10 días?

es.wikipedia.org

2. Dale una oportunidad a Reykiavic y sus alrededores

Si dispones de tiempo en tus vacaciones reserva dos días a la capital del país. Hay bastantes cosas para hacer en familia y descubrir sus secretos. Museos muy interesantes y la zona de baño y piscinas termales de Laugardalslaug es genial. Además, Sudurnes, al sur de la ciudad es también muy bonito y merece una tarde. Allí está el famoso Blue Lagoon que os puede interesar.

3. ¿Es imprescindible ir al Blue Lagoon?

Pues creemos que no, la verdad. Es un lugar muy especial, es cierto. A Ernest y a Ferran les encantó. Sin embargo, masificado, no creemos que valga la pena. Había bastante gente cuando fuimos nosotros y, sin embargo, los accesos estaban casi vacíos y entramos con mucha tranquilidad. En verano… ¡debe ser imposible! Vais a poder bañaros en muchas piscinas termales en Islandia, quizá no tan «chic» pero la experiencia valdrá mucho la pena. En Reyjkiavic os aconsejamos Laugardalslaug y, en otros lugares, consultad esta web donde están indicadas todas las piscinas termales y «hot springs» del país. El precio del Blue Lagoon no creemos que se ajuste a lo que ofrece. Eso sí, si decides ir, no olvides reservar con anterioridad.

4. Se puede recorrer Islandia de muchas maneras

En bici, en transporte público, en autostop (está permitido)… pero la mejor es en coche, furgo o autocaravana alquilada. De esta manera vais a tener mucha autonomía y libertad. Eso sí, respetad las señalizaciones y no os metáis en líos innecesarios. De octubre a mayo casi todas las carreteras del interior están cerradas o no se permite el paso. En la web oficial de carreteras road.is tenéis la información actualizada cada día. Por ejemplo, nosotros nos quedamos con las ganas de ir a Lanmannalaugar pero el acceso está restringido a los meses de verano.

5. El clima es imprevisible

No hagáis demasiados planes y, cuando luzca el sol, salid del coche y lanzaros a descubrir los lugares cercanos. Por este motivo, que no falte en vuestra mochila un buen chubasquero o capelina -impermeables de verdad- y unas botas impermeables de caña alta, al meno que cubran los tobillos. Seguro que habrá charcos en los que chapotear y arroyos que cruzar. Si viajáis a Islandia con niños, llevar buenas prendas de ropa os permitirá disfrutar mucho más. No hace falta demasiado equipaje pero sí debe ser térmico e impermeable.

6. ¿Puede parecer Islandia un «parque temático»?

Si viajas en verano: sí. Sí, las zonas típicamente vistadas en este país son una ruta que los turistas seguimos casi en un orden escrupuloso. No te agobies. Nosotros hemos viajado en abril y hemos estado la mar de tranquilos. Los aparcamientos estaban al 30-40% de su capacidad… En lugares como la cascada de Svartifoss, en verano, puede que la excursión sea una procesión. Si viajas a Islandia en verano, puede ser más interesante -si quieres huir del turismo de masas- viajar al norte del país.

7. Islandia se está adaptando al creciente turismo

Islandia se está adaptando al aumento de turistas que hemos empezado a llegar en masa en los últimos años. En vuestro viaje por la isla, especialmente por el sur entre Reyjkiavic y Hofn, váis a ver como se están creando alojamientos, nuevos hoteles, cabañas para recibir huéspedes en las granjas tradicionales, zonas de acampada… Además, en los puntos turísticos se están instalando baños -de pago- y pequeñas cafeterías o tiendas. Además se están mejorando los aparcamientos y, en algunos de ellos, hay nuevos parquímetros con un coste fijo por día que suele ser de 700-750 ISK (algo más de 5 €).

Por todo esto, como ya viene ocurriendo desde hace meses, para aquellos que estéis pensando en viajar a Islandia debéis tener en cuenta que las infraestructuras están cambiando y también se empieza a cobrar. A nosotros no nos parece mal. Son precios muy asumibles y, estos lugares requieren de cuidado y mantenimiento. Los viajeros podemos ayudar a mejorar la economía de los lugares que visitamos pero también podemos suponer una sobrecarga. Esperamos que en Islandia encuentren el equilibrio.

8. Respeta las normas y no corras peligros innecesarios

Islandia es un país increíble porque su naturaleza se muestra en estado puro, genuíno, salvaje… pero esto también entraña riesgos y hemos de ser precavidos. El fuerte oleaje en la costa sur, el viento en los acantilados, los cañones de paredes verticales de origen volcánico. Además sus ecosistemas son sensibles y delicados y deben ser preservados de la presión turística. Es por ello que debemos ser viajeros responsables y respetar la señalética.

Hemos visto turistas haciendose fotos en lugares no autorizados, hemos sentido el miedo de ver piedras caer desde una pared en un valle glacial debido a las fuertes rachas de viento, hemos disfrutado observando decenas de aves volando y anidando para criar… Siempre hemos sido escrupulosos, respetado los caminos y pensado en nuestra seguridad. Especialmente, si vienes a Islandia con niños, sé cuidadoso y enséñales a respetar el patrimonio natural e histórico de este país.

9. El presupuesto: ¿es tan caro este país?

Bueno, pues sí, si pretendes ir de cañas y de cafés, le vas a dar un buen pellizco al presupuesto. Pero si te organizas un poco, puedes optimizar tus gastos. Los picnics son una buena alternativa pero, seamos sinceros, en este país con un clima tan inhóspito a veces, se agradece, y mucho, una sopita caliente a mediodía. Nuestro aliado ha sido nuestro termo para llevar café, agua y leche caliente. ¡No olvidéis vuestro termo cuando viajéis a Islandia con niños! Y hemos comido varios días en restaurantes a un precio adecuado.

Los museos tampoco son baratos pero, desde nuestro punto de vista, son una inversión. Viajar es aprender y conocer los lugares que visitamos es esencial. En muchos museos los niños menores de 12 años no pagan y, en el resto, hay precios especiales para familias. Islandia se abre al mundo ofreciendo toda su belleza natural gratuitamente – o casi – así que no le echéis en cara sus precios caros. Esta isla está lejos de todo, en medio del atlántico y encima de una dorsal oceánica que lanza lava cada dos por tres.

En los supermercados vaís a encontrar una oferta adecuada a precios más altos que en España pero, los alimentos básicos, están bastante bien. Sinceramente, después de haber estado de vacaciones en Suiza… ¡todo nos parece barato! Por cierto, un detalle, si tomáis leche de vaca, recordad que siempre es fresca, ha de conservarse en frío y dura pocos días. ¡Los productos lácteos son deliciosos! Y, recordad, las maravillas de Islandia y sus paisajes son totalmente gratuítas: sólo hay que mirar y disfrutar.

Aquí tienes el presupuesto detallado.

10. Tenlo claro: si viajas a Islandia con niños vais a alucinar

Si eres de los que disfrutas en la naturaleza, este país te va a cautivar. Sí, todos los que ya hemos estado decimos lo mismo, pero es que es totalmente cierto. Aquí manda la Madre Tierra y los grandes espacios. Vas a encontrar un país muy poco habitado, con pequeñas poblaciones – más allá de Reyjkiavic y Selfoss – que en realidad son unas cuantas casas agrupadas. Todo lo demás… praderas infinitas, glaciares imponentes, volcanes cubiertos de nieve, campos de lava cubiertos de espesas capas de musgos donde viven los, elfos y los trols, campos de cenizas, extensas playas y acantilados basálticos de formas caprichosas.

Islandia es un país magnífico para conocer el mundo natural y los procesos que lo generan. En abril, hemos podido observar cientos de aves migratorias que venían a pasar el verano y a criar. Los humedales y los ríos están llenos de vida… El cambio climático ya amenaza los glaciares de la «isla de hielo». No es ninguna broma y son conscientes de ello. Conocer esta isla, en su estado actual, puede ser una oportunidad irrepetible solo al alcance de algunas generaciones más.

Aquí os dejamos estas primeras sensaciones de nuestro viaje a Islandia con niños. Aún guardamos en nuestra retina las preciosas imágenes, algunas de ellas las hemos capturado en fotografías. 

 

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