Cuando viajamos a Islandia vamos buscando sus increíbles paisajes, sus glaciares que aparecen al alcance de cualquier paseante, sus increíbles playas de arena negra azotadas por el viento. Además, volcanes y granjas salpican el horizonte durante nuestro recorrido. Pero, por ningún motivo, debemos olvidar visitar la capital de país, porque Reykiavic es una ciudad interesante con algunas atracciones y museos que merecen la pena.

Paseando junto al logo Tjörnin

Nosotros os aconsejamos dedicar 2 días completos a Reykiavic. Lo mejor de estar en la ciudad es que, si hace mal tiempo, vas a tener muchas opciones para entretenerte. Especialmente si viajas con niños, esto es importante porque la alternativa de estar encerrado en una autocaravana o en una pequeña cabaña, puede ser un poco aburrido.

Cuando falten pocos días para viajar a Islandia, consulta el pronóstico del tiempo que, a pesar de ser muy cambiante, puede condicionar totalmente vuestra agenda en Islandia.

Un paseo por el centro de Reykiavic

Recorrer las calles más antiguas de la ciudad -lo de antiguo… es relativo- y disfrutar de sus pequeños comercios, es una buena manera de empezar a tomar el pulso al país. Subiendo por Skólavördustigur llegaréis hasta la catedral Hallgrimskirkja y, frente a ella, la estatua del vikingo Leif Erikson. Según dicen, él fue el primer europeo que llegó y se asentó en norteamérica. Descendiendo por Frakkastigur llegaréis hasta el mar y al bonito paseo de las esculturas donde esta el famoso Solfar o Sun Voyager o Viajero del Sol.

El Viajero del Sol

El centro de la ciudad es una cuadrícula en la que no os podréis perder. Caminando podéis acercaros hasta el edificio del Parlamento Islandés, cuna de la democracia en Europa. Es un lugar discreto y sencillo al que acompaña la escultura de la primera presidenta del país. Junto al parlamento hay un bonito lago y un jardín con esculturas en el que relajarse si el día lo permite.

En la calle Frakkastigur no os pasará desapercibida la panaderia Braud & Co. que tiene varios comercios en la ciudad. El aroma de sus panes de diversos cereales y sus dulces inunda las calles. Parad a comprar la merienda o el almuerzo aquí: no os arrepentiréis. En la conocida calle Laugaveugr podréis comprar algún recuerdo o deteneros en algún café.

La catedral Hallgrímskirkja de Reykiavic y el monumento a Leif Eriksson

Recorred el paseo marítimo hasta el edificio Harpa, un centro cultura de diseño vanguardista donde la escasa luz solar genera preciosas combinaciones de colores e iridiscencias. En su interior hay diversas salas y se ofrecen actividades musicales y de arte en general.

El centro de la ciudad es una cuadrícula en la que no os podréis perder. Caminando podéis acercaros hasta el edificio del Parlamento Islandés, cuna de la democracia en Europa. Es un lugar discreto y sencillo al que acompaña la escultura de la primera presidenta del país. Junto al parlamento hay un bonito lago y un jardín con esculturas en el que relajarse si el día lo permite.

Detalle de las esculturas junto al lago Tjörnin

Los museos de Reykiavic

Las condiciones climáticas en Reykiavic han obligado a su ciudadanía a diseñar espacios para poder disfrutar puertas adentro. Los fuertes vientos, el frío y las intensas precipitaciones hacen que en cualquier momento del año sea necesario poder cobijarse.

Durante nuestra estancia en Reykiavic visitamos varios museos y todos nos encantaron.

Settlement Exhibition

Este pequeño museo es el mejor para empezar a conocer el origen de los asentamientos en Islandia. ¿Cómo llegaron los primeros moradores en el siglo IX?. Los primeros habitantes llegaron desde la península escandinava aunque hay vestigios de la presencia de monges irlandeses que estuvieron por estas tierras con anterioridad.

Recreación de los antiguos poblados en Settlement Exhibition

El estudio del genoma de la población islandesa – es una de las poblaciones mejor estudiadas del mundo – demuestra que, mayoritariamente, el genoma de los hombres islandeses tiene un origen escandinavo mientras que el de las mujeres, en un proporción muy destacable tiene procedencia celta (de la actual Irlanda y Escocia). Esto puede ser debido a las incursiones que los vikingos hacían a estas islas para secuestrar mujeres.

Zona de juegos en Settlement Exhibition

Pues bien, en este museo podréis conocer cómo fueron los primeros asentamientos y ver uno de ellos que fue descubierto no hace muchos años. Es un museo pequeño y entretenido con actividades y juegos para niños. Podéis comprar las entradas al llegar pero os interesa visitar la página web porque pueden tener descuentos. Los niños menores de 17 años no pagan. Tenéis más información en su página de internet.

Perlan Museum

Sin duda es el museo más atractivo y moderno de Reykiavic pero también el más caro… Nosotros pagamos el ticket familiar y nos costó 75€ (!!!). No dudéis en visitar su página web para informaros de las ofertas y de los horarios. Los niños menores de 6 años no pagan.

Lo primero que os llamará la atención de este museo es su ubicación y su diseño arquitectónico. Situado en una colina con unas vistas espectaculares de la ciudad, además, tiene una terraza y una cafetería en la cúpula superior que bien merece la visita.

Llegando al museo Perlan en Reykiavic

La exposición se centra en el mundo natural de la isla: sus orígenes geológicos, los glaciares, su flora y fauna tan particulares. Es un museo interactivo con muchas actividades para disfrutar en familia. Nos gustó muchísimo. Cuenta con un glaciar artificial en el que puedes entrar y pasear por los túneles aprendiendo todo sobre el hielo y su importancia en el mantenimiento de las condiciones ambientales de nuestro planeta.

En los túneles de hielo del Museo Perlan

Hay exposiciones dedicadas a las aves, a los mamíferos marinos y a los pequeños organismos microscópicos que habitan esta isla. Además, una sección informa sobre los terremotos, las fisuras de la gran dorsal oceánica que ha originado esta isla y sobre los fenómenos geotermales. Además, tiene un planetario con películas sobre astronomía y auroras boreales. En fin, un museo que no os podéis perder si venís a Reykiavic.

Observando y aprendiendo en el Museo Perlan

National Museum

Este fue el primer museo que visitamos. Es gratuíto para menores de 18 años. Podéis visitar su web y conocer sus exposiciones. En este museo se recogen una gran variedad de objetos sobre la historia de Islandia. Muchos de gran valor e interés histórico.

Visitando el Museo Nacional de Islandia

Cuando entras al museo te ofrecen una guía de actividades para niños (disponible en castellano) para que puedan hacer una visita dinámica y entretenida. Este museo nos parece interesante para niños a partir de los 6 años. Es un museo más tradicional de “mirar y no tocar”. Después de pasar la mañana allí disfrutamos de un rico almuerzo en su cafetería y nos fuimos paseando al centro.

Interior del Museo Nacional

Saga Museum

No pudimos visitar este museo pero, por lo que nos contó la familia que nos alojó en Reykiavic, merece mucho la pena. La historia de las sagas o familias que vivieron en el pasado en esta isla han dejado muchos momentos propios de las mejores películas de aventuras. Luchas, rivalidades, mitos y leyendas. La realidad y la mitología se entremezclan en la historia de este país aislado en medio del atlántico norte.

Como os contamos en nuestro artículo sobre la Península de Snaefellsness, en Bogarnes hay un Settlement Center y allí conocimos los detalles de la vida de la Saga de Egil.

En el Museo Saga de Reykiavic podéis conocer con una audioguía en castellano la turbulenta historia de las familias islandesas, con bonitos dioramas se detallan diversos aspectos del pasado y cómo, el pasado geológico de la isla determinó la vida de estas familias. Tenemos muy claro que, si volvemos a Reykiavic, iremos a este museo. Podéis conocer más detalles en su página web.

Piscinas y aguas termales en Reykiavic

Una de las mejores cosas de Islandia son sus piscinas municipales y baños de aguas termales. Siempre de aguas calientes, ofrecen a sus habitantes y a todos los visitantes, la posibilidad de relajarse y disfrutar, de jugar y nadar, en un ambiente cuidado y limpio. En todo el territorio islandés vais a encontrar estas instalaciones y en sus capital también.

Foto de Laugardalslaug en verano (Fuente: visitreykjavik.is)

En Reykiavic destacan las piscinas de Laugardalslaug. Con un horario de 8 a 22 horas podéis ir practicar deportes, jugar y bañaros en cualquier momento de la semana. Por un precio de unos 10 €/adulto y 1 €/niño de 6 a 17 años, nunca defrauda. Es un plan perfecto y superimpactante: poder bañarte en diversas piscinas de aguas calientes cuando en el exterior puedes estar helado de frío. El acceso es gratuíto con la tarjeta Reykiavic City Card.

Otras piscinas en Reykiavic son: Sundhöllin y Vesturbæjarlaug en el centro de la ciudad, Sundlaug Seltjarnarness, Breidholtslaug, y la playa de Nauthólsvík.

Desplazarse y comer en Reykiavic

El centro de la ciudad se recorre cómodamente a pie por lo que no necesitáis tener vuestro propio coche a no ser qué queráis salir de la ciudad. Por otra parte, para moverse por la ciudad, también se puede utilizar la tarjeta de transporte de 24/48/72 horas. Podéis leer todas sus características en la web de Visit Reykiavic. Además del transporte incluye entrada a museos y a algunas piscinas.

La ciudad está llena de cafeterías muy bonitas y restaurantes de todo tipo. A nosotros nos llamó especialmente la atención el Restaurant Icelandik Street Food, situado en la calle Lækjargata 8. Su menú era muy básico y limitado pero auténticamente islandés. Bacalao con patatas y una deliciosa sopa de pescado o de cordero servida dentro de un delicioso pan negro. Para postre unos dulces islandeses y todo acompañado con cerveza local.

1 día más recorriendo el sur de Reykiavic

Os aconsejamos que añadáis un día más de estancia en Reykiavic para visitar el sur de la ciudad. El extremo suroeste de la isla está integrado por dos pequeñas regiones: Suðurnes y Höfuðborgarsvæðið. Recorrer esta zona de la isla siguiendo las carreteras 43, 425 y 41 es una buena opción para conocer bonitos paisajes una mañana y, después de comer, y darse un baño en el Blue Lagoon.

Faro de Reykjanes al sur de Reykiavik

Al sur de Reykiavic encontramos esta península que no es muy visitada pero que tiene paisajes muy interesantes. La costa de acantilados tiene bonitos faros con vistas espectaculares al mar normalmente embrabecido. Es un buen lugar para ver la puesta de sol.

En vuestro camino encontraréis algunas centrales geotérmicas que lanzan sus fumarolas de vapor a la atmósfera. Y pasaréis por el lago Kleifarvatn situado en la reserva natural Reykjanesfólkvangur donde hay parajes volcánicos muy especiales.

Un punto interesante es el encuentro entre las placas tectónicas norteamericana y euroasiática. Ahí está el puente entre continentes atraviesa la fisura que los separa y diversos paneles indicadores explican su valor geológico.

Podéis completar la jornada con un baño en las famosas aguas termales del Blue Lagoon. Es un lugar delicioso pero, sinceramente, muy masificado. Como os contábamos en este artículo, para nosotros no es una visita imprescindible. Si vaís a recorrer la isla, hay otros lugares donde daros un buen baño en aguas termales por precios más económicos o gratuitos. Pero no os vamos a engañar: lo pasamos genial y lo recordamos como un momento muy especial de nuestra visita a Islandia.

DIsfrutando una tarde en el Blue Lagoon

Hasta aquí nuestros recuerdos de los primeros días que visitamos Islandia conociendo Reykiavic en familia. Una ciudad sencilla, muy habitable y cómoda para conocer. Si quieres conocer más sobre nuestro viaje a Islandia, puedes leer otros artículos en la sección de Islandia y tienes todos los puntos citados en este artículo en nuestro mapa.

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