Washington is different y, la verdad, nuestra llegada a la ciudad fue chocante y diferente. Sin saberlo, habíamos previsto alojarnos en uno de los barrios más problemáticos de la ciudad: Anacostia, al sureste del centro. Al llegar, y darle al taxista nuestra direción… nos miró y nos advirtió de la peligrosidad del barrio: «la policia hace redadas por las noches y dispara a la gente«. ¡Menudo comentario para unos recien llegados! Nos miramos con cara de «my God!» y seguimos adelante.

El atardecer regala imágenes preciosas del Capitolio

El atardecer regala imágenes preciosas del Capitolio

Indagando averiguamos que antiguamente, en los tiempos de la esclavitud, aquí estaban las zonas de cultivo donde los esclavos trabajaban en las plantaciones de tabaco. Situado a las afueras de la ciudad, al sur del río Anacostia, hoy sigue siendo un barrio poblado por afroamericanos enteramente y es cierto que nos sentíamos permanentemente observados como si fuesemos marcianos acabados de llegar a este planeta. Sin embargo, tras la intimidación inicial, nos sentimos cómodos y felices de haber conocido esta zona de la ciudad. Visitamos el barrio sin problemas y resultó tener un valor histórico muy importante.

Douglas se retiraba a esta casita para escribir y reflexionar

Douglas se retiraba a esta casita para escribir y reflexionar

Para nosotros, alojarnos en este lugar cobró un valor especial, pues nos hizo conscientes de que estando en el estado de Virginia habíamos ingresado en el Sur de los Estados Unidos. Nuestro barrio, además, albergaba – apenas a dos calles de nuestro alojamiento – la casa en la que vivió los últimos años de su vida Frederick Douglass, el esclavo que huyó para conseguir la libertad, que luego se convirtió en líder del aboliconismo y activista por el voto para los negros. Su insólita trayectoria política culminó con su nombramiento como embajador y cónsul estadounidense.
Monumento a Martin L. King

Monumento a Martin L. King

Frederick Douglass además participó en la firma de la Declaración de los Sentimientos de Seneca Falls en 1848 sobre la igualdad de derechos de las mujeres. Está considerado como el líder afroamericano más insigne, junto al célebre Martin Luther King. Hemos leído su libro «Vida de un esclavo americano» que nos impactó fuertemente y parece como si el destino nos hubiese traído aquí, sin saberlo nosotros. Gracias a nuestra estancia aquí ahora sabemos más de su vida y de su persona, conocemos aspectos únicos que fortalecen nuestro respeto hacia la vida y trayectoría de esta persona

El gran obelisco recuerda al presidente George Washington

El gran obelisco recuerda al presidente George Washington

El principal atractivo de la ciudad se encuentra, sin embargo, en la zona del National Mall, una immensa avenida que va desde el US Capitol hasta el monumento a Abraham Lincoln. El Capitolio estaba siendo reformado así que nos quedamos sin la típica imagen del famoso edificio. A ambos lados de la extensa explanada ajardinada se encuentran los Smithsonian Museums, todos ellos de entrada gratuita y de visita obligada.

Los niños no paran y aquí hay mucho sitio para correr

Los niños no paran y aquí hay mucho sitio para correr

Nosotros decidimos visitar el Air and Space Museum, el National Museum of American Indians y el Museum of Natural History. Esta ciudad merece una visita prolongada y, si quieres aprovechar a disfrutar de sus museos y sus barrios, no hay duda que al menos hay que prolongar la estancia por 4 o 5 días. Es una ciudad muy agradable para pasear y conocer en calma.

washington

En el Air & Space Museum encontrarás la mejor colección de aeronaves

SMITHSONIAN AIR AND SPACE MUSEUM DE WASHINGTON

Su increible exposición de aviones y vehículos espaciales -esto fue fascinante para Ernest- os dejará boquiabiertos. Conocer y comprender todos los esfuerzos invertidos en la carrera aeroespacial en los últimos 100 años. Detenerte ante el traje de los astronautas de las expediciones Apolo en su llegada a la Luna o de Gagarin en su vuelo espacial, aprender cómo fue el proceso que hizo posible el ensamblaje espacial entre rusos y americanos en plena Guerra Fría o conocer la historia de los grandes retos de la aviación. Boquiabiertos recorrimos la exposición hasta acabar extenuados.

Acceso al Smithsonian Air & Space Museum

Acceso al Smithsonian Air & Space Museum

MUSEO NACIONAL DE LOS NATIVOS AMERICANOS EN WASHINGTON

El museo dedicado a la historia y la cultura de los nativos americanos nos ha gustado especialmenre por la sensibilidad con la que trata el legado y el destino de los pueblos indígenas de este continente. La exposición sobre el Gran Camino Inka merecía toda una mañana y los detalles sobre las diversas etnias del continente americano estaban bellamente expuestas. Mención merece su edificio y su restaurante de comidas del mundo en el que repusimos fuerzas con platos sabrosos de los cinco continentes.

MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE WASHINGTON

Finalmente acudimos al Museo de Historia Natural. Disfrutamos con su interesante aproximación a los mamíferos y a la evolución de los homínidos, especialmente, y también por su pabellón de mariposas, algo que dejó extasiado a Ferran al contemplar la belleza y los delicados vuelos de estas criaturas. Los insectarios eran fantásticos y la colección de geología y mineralogía tan completa y hermosa que creímos estar en la cueva de Alibabá. Las colecciones de fotografía merecen nos impactó, recuerdo especialmente el ojo de una zebra en cuyo iris se refleja la imagen de sus asesinos.

El Museo de Historia Natural es sorprendente en todas sus secciones

El Museo de Historia Natural es sorprendente en todas sus secciones

Fósiles en el Museo de Historia Natural

Fósiles en el Museo de Historia Natural

Por supuesto, visitar el Lincoln Memorial es imprescindible. Cuando ya había avanzado un poco el día salimos de los museos para recorrer la extensa explanada. La majestuosidad de la imagen del Presidente, la solemnidad de sus palabras, reproducias en los muros del monumento, y la vista soberbia que desde allí se vislumbra, con el monolito dedicado a George Washington al frente, dejan una impresión profunda en la retina. En el mismo paseo, pueden visitarse los monumentos dedicados a los soldados estadounidenses caídos en las guerras del siglo XX, todos ellos emotivos e impactantes. Cuantas vidas perdidas representadas en una sencilla estrella dorada…

Refrescandonos en los jardines de la National Gallery

Refrescandonos en los jardines de la National Gallery

Terminamos nuestro paseo visitando el monumento dedicado a Martin Luther King, de una gran potencia visual, lo que nos dió la oportunidad de admirar, también, la belleza del monumento a Thomas Jefferson.
«If we are to have peace on earth, our loyalties must become ecumenical rather than sectional. Our loyalties must transcend our race, our tribe, our class, and our nation; and this means we must develop a world perspective«. Martin Luther King, Georgia (1967)

Otra tarde nos acercamos a los jardines frente a la Casa Blanca, una visita ritual que nos permitió acercarnos a la zona  comercial de la ciudad y conocer otro de sus ambientes. Hay que caminar hacia el noroeste para sentir la vida propia de la capital. Realmente es imprescindible pasear por Pennsylvania Av. y Wisconsin Av. para conocer el verdadero pulso de Washington D.C., su dinamismo y su vida universitaria. Así llegamos a Georgetown en taxi, para cenar, tras esperar largo rato un bus que no llegaba. Este es un barrio colonial, repleto de coquetos comercios y restaurantes. Era hora punta y la zona estaba saturada de tráfico.

Paseando junto al muelle en Georgetown

Paseando junto al muelle en Georgetown

Después descubrimos que se debía, en parte, a una alarma por incendio en un edificio que había cortado una avenida debido a un despliegue impresionante de los bomberos que dejó a los niños boquiabiertos. Paseamos por el paseo fluvial junto al río Potomac y justo cuando una fuerte tormenta de verano empezó a descargar agua a cántaros, nos metimos en un restaurante oriental para cenar y celebrar nuestra estancia en la capital federal.

washington

El solemne Lincoln Memorial es lugar de encuentro y descanso de turistas

Descubrir Washington tras haber visitado NYC nos hizo conscientes de las grandes diferencias entre ambas ciudades. A pesar de su monumentalidad, la impresión que produce WDC es menos intensa que la que la de NYC. Manhattam impresiona con sus rascacielos y su gran dinamismo. WDC es más tranquila y solemne. Mientras que es seguro que volveremos a NYC, es probable que estos dos días que pasamos en WDC sean los últimos pero el recuerdo de los contrastes que hemos descubierto en esta ciudad perdurarán para siempre. Conocer este país es una tarea inmensa y poco a poco vamos avanzando en ella felices y satisfechos, agotados pero recuperando fuerzas con sueños profundos y revitalizantes vamos pasando los días.

Captura de Google Maps con los museo en la zona del Capitolio

DATOS PRÁCTICOS Y ALGUNOS CONSEJOS:

1. Alojamiento:  Es interesante alquilar un apartamento a través de airbnb, os recomendamos la zona de George Town y Pennsylvania Av. porque está muy bien ubicada y es muy agradable. Nosotros nos alojamos en una casa más al sur, en el barrio de Anacostia y estuvimos muy bien pero algo lejos del centro. Nuestro presupuesto: 104 €/noche para los cuatro

2. Comer en la ciudad:  Es interesante comer de picnic, llevar unos sandwiches y fruta, frutos secos y galletas. Ten en cuenta que en la zona del Capitolio no hay restaurantes por lo que merece llevar la comida. Otra opción son los restaurantes de los museos. Te recomendamos el del National Museum of the American Indian con una estupenda variedad de comidas del mundo, mucho mejor que las opciones de otros lugares que se limitan a hamburguesas y perritos. Nuestro presupuesto: 40$/día

3. Actividades:  Todos los museos de Capitol Hill son gratuitos. Sus espectaculares exposiciones te permitirían pasar una semana en la ciudad sin descansar. Después caminar y caminar que no cuesta dinero… Nuestro presupuesto: 0$

4. Desplazamiento:  En autobús es fácil y cómodo y, además, económico. Usar el taxi es difícil en la ciudad si te alojas a las afueras. En ese caso es muy práctico utilizar UBER, una aplicación cómoda, segura y más barata de taxis «puerta a puerta». En España está prohibido este servicio y ni tan solo puedes consultar la web en internet pero en USA puedes descargar la aplicación en tu móvil. Se paga a través de tarjeta de crédito por lo que no hay intercambio de dinero con el conductor y se informa del coste antes del trayecto ¡muy interesante!  Nuestro presupuesto: 20$

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