La historia es conocida. Tiene lugar en Innisfree y fue rodada en Cong (Galway, Irlanda). Un exboxeador irlandés se retira a su pueblo natal tras un combate en el que dio muerte a un rival accidentalmente. Impulsado por la nostalgia compra la granja en la que vino al mundo en una blanca mañana con el ánimo de encontrar la paz y el sosiego para su alma atormentada por los sentimientos de culpa.
Paseando por Innisfree, mejor dicho Cong
El bucólico y pintoresco ambiente del pueblo y el reencuentro con sus raíces ejercen sobre él un efecto balsámico. Pero el amor por una joven pastora del vecindario pronto inquietará su corazón, especialmente ante la negativa del hermano de ella a concederle la mano de la joven, airado por una disputa por unas tierras que anhelaba desde hace tiempo y que han sido compradas por el lugareño retornado. El conflicto pondrá a prueba la voluntad y el honor del exboxeador, enfrentando su renuncia a la violencia a una sociedad brutal que aún dirime los asuntos de honor mediante la fuerza de los puños.
Para el visitante que llega a Cong, al norte de Irlanda, en la frontera que separa los condados de Galway y Mayo, el pueblo conserva, aún, el aire pintoresco y bucólico que transpira Innisfree, el pueblo al que llega Sean Thronton en la mítica película de John Ford del año 1952.
Rodeado por las aguas de dos lagos (el Lough Corrib y el Lough Mask), el origen del pueblo se halla en la vieja abadía del siglo XII que da nombre al lugar y de la que se conservan unas bellas ruinas -además de una curiosa casa de pesca que hacían servir los monjes sobre el curso de uno de los ríos que bordean la antigua abadía.
Para los amantes del glamour romántico del siglo XIX, el lugar esconde una joya arquitectónica: el Asfhord Castle, que fue residencia de la célebre familia Guinness y que hoy en día alberga uno de los hoteles más lujosos de Irlanda.
Para los amantes de El hombre tranquilo, de John Ford, Cong conserva intactos algunos de los lugares en los que fueron rodadas escenas de la película. Entre ellos, el Pub Pat Cohan’s. Aunque en 1952 el local no era un bar, tras el éxito de la película se convirtió en uno y hoy es un restaurante muy recomendable. Nuestra opción predilecta, el Pat Cohan’s Atlantic Seaford Chowder, un plato excelente que tomamos las dos veces que cenamos allí. Además hay otras alternativas muy sabrosas.
Otro lugar de visita obligada para los más cinéfilos es el Museo de El hombre tranquilo, una casa tradicional que replica la granja de John Thornton y en la que se conservan elementos del rodaje que serán del gusto de los nostálgicos de la gran pantalla.
Durante nuestra estancia en Irlanda estuvimos dos veces en Cong. El primero fue un día lluvioso. Pese a ello, la visita fue un encanto. Tal fue que, pocos días después, nos sentimos tentados de volver, una tarde radiante y fue algo que mereció la pena. Al fin y al cabo, el pueblo, como la película, es un tópico al que nunca está de más regresar. Sin duda, Innisfree ha encontrado en el pueblo que lo acogió un correlato digno en la realidad para la icónica e inmortal estampa del cine fordiano.
Lo único que se echa en falta en el pueblo es el puente sobre el que suspira John Wayne cuando retorna al hogar. Una localización que requiere un trayecto de más de dos horas en coche hasta Recess, en Galway, para sentarse en él con la mirada húmeda y el corazón embargado por la emoción.
Planes para descubrir Gong
- Descubre los bosques de Cong y su historia: desde el pueblo, totalmente rodeado por densas masas forestales, puedes recorrer los senderos y acercarte hasta el exclusivo hotel Ashford Castle, que fue propiedad de la familia Guinness. En la web de los bosques de Cong tienes más información y un mapa descargable del sendero Cong Nature Trail.
- Visita las ruínas de la abadía de Cong (siglo XII), aquí fue enterrado el último rey de Irlanda. Te aconsejamos que después te acerques hasta el río para buscar las antiguas casetas en las que los monges se refugiaban para pescar. Era la manera en que los monges podían enriquecer su dieta. Fueron construídas en el siglo XV y permitían tener un fuego encendido. Dicen que estaban conectadas con una campana en la cocina del monasterio para avisar al cocinero cuando habían conseguido capturar pescado fresco.
- Pasea por el pueblo, disfruta de sus calles y casas de colores. Junto a la abadía está la escultura que recuerda a los protagonistas de la película de John Ford y un poco más allá, el Pat Cohan’s Gastro Pub. Saborea los deliciosos platos, una buena cerveza, una sidra o un vino, mientras recuerdas las escenas de la famosa pelicula.
- Descubre que el río marca la frontera entre los condados de Mayo y Galway y tómate una foto en el puente. Puedes pasear junto al río Corrib que conecta los lagos Mask (83 km2) y Corrib (176 km2). Estos enormes lagos acaban viertiendo sus aguas en la bahía de Galway.
- Si eres un aficionado al cine y has llegado hasta Cong inspirado por la película The Quiet Man, no dejes de visitar The quiet man museum y déjate llevar por los elementos que aquí se muestran. Esta casa es una réplica idéntica del White O’Morn cottage de la película y hay algunas curiosidades que te encantarán.
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En el silencio de la naturaleza disfruto de caminar, observar y escuchar. De ello me nace el pensar, y la necesidad de escribir o dibujar. Mis otras pasiones son la lectura y la enseñanza como destreza comunicativa, al estilo socrático. Viajo en familia: el descubrimiento, la convivencia y el aprendizaje son los ejes de esta experiencia irrenunciable.
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