EL CABO DE GATA: VACACIONES CON INTERCAMBIO DE CASA

El Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar fue el primer parque marítimo-terrestre creado en Andalucía. Fue en 1987 y tiene una superficie de casi 50.000 hectáreas, una quinta parte de ellas corresponden al medio marino. Forman parte del parque 5 municipios pero es Níjar el que aporta una mayor parte de su superficie. 

 

Uno de los aspectos más destacados por su singularidad son los fondos marinos y los paisajes áridos que lo forman y su combinación con formaciones volcánicas muy peculiares. Sus rigurosas condiciones climáticas y su aislamiento geográfico ha dado lugar a muchos endemismos. 

Los seres humanos supieron adaptarse a vivir aquí en estas condiciones exigentes. Además de los pequeños pueblos costeros, podréis visitar antiguas zonas mineras abandonadas y observar multitud de molinos de viento abandonados – algunos de ellos han sido restaurados – y alcanzar las torres de vigilancia del siglo XVI contra los piratas turcos, genoveses y berberiscos.

¿Cómo llegar al Cabo de Gata?

 

Una de las carreteras de entrada al parque natural te lleva hasta Campohermoso al salir de la autopista A7.. Un pueblo que suele ser lugar de paso y avituallamiento pues cuenta con muchas tiendas y supermercados. Aunque de hermoso tiene poco, es el centro de la vida real en el corazón del mar de plástico donde se encuentran los miles de hectáreas de invernaderos que alimentan de verduras y hortalizas a media España y gran parte de Europa. Os animamos a observar con curiosidad viajera y no pasar por alto este lugar.  Otros accesos vienen del sur, desde Almería capital o bien por el norte llegando por Carboneras. 

Otra opción es entrar un poco más al norte y recorrer alguna de las carreteras que comunican la provincia de Murcia  o el noreste de Almería, con el Cabo de Gata. Nos encanta el recorrido de la carretera AL-5107 que conecta Mojácar con Carboneras y lleva hasta la AL-5106 donde encontraréis la Playa de los Muertos.

 

Más al norte, la A-332 conecta el sur de Murcia y la Playa de los Cocedores y San Juan de Terreros. Un recorrido ideal para hacer en coche o en furgoneta disfrutando de la costa mientras viajamos rumbo al sur.

 

Otro acceso habitual es llegar por el sur, desde Almería capital por la AL-3115 bordeando las salinas hasta la Fabriquilla y el Cabo de Gata.

Te descubrimos 7 lugares para descubrir el Cabo de Gata

 

De norte a sur os vamos a indicar 7 emplazamientos desde los que podemos animarnos a descubrir diversas áreas del Cabo de Gata. Son puntos estratégicos para descubrir la costa pero también el interior de este territorio tan interesante.

 

1. Carboneras, más allá de su industria

 

Su pasado industrial ha hecho que este lugar fuera tradicionalmente la puerta de entrada o salida al Parque Natural del Cabo de Gata sin detenernos a descubrirlo. Sin embargo, más allá de las construcciones y el impacto ambiental ocasionado por ellas, en Carboneras podemos descubrir algunos rincones para empezar a conocer el Cabo de Gata. 

 

La Playa de los Muertos es una pequeña cala con bonitos farallones que requiere de un paseo exigente para alcanzarla. Es necesario ir con buen calzado para poder caminar con seguridad y llevar lo justo y necesario en la mochila: agua, comida, sombrilla y protector solar, toalla y gafas para bucear si el mar está en calma o hay viento de poniente. 

 

2. Agua Amarga

De camino a Agua Amarga desde Carboneras, podéis acercaros a la Mesa de Roldán. Este cabo con su bonito faro ofrece vistas increíbles sobre la costa almeriense. Al norte, las construcciones del complejo industrial de Carboneras, al sur, los acantilados y playas de Agua Amarga, al oeste, las elevadas montañas del interior de la provincia. Agua Amarga urbano es una de las zonas más pobladas de la costa del parque natural de Cabo de Gata. Es conocida por su playa urbana de arenas doradas que recibe cada año la bandera azul. 

Toda esta región tuvo un importante pasado minero que está hermanado con otras zonas mineras como Águilas en Murcia. Aunque las ruinas no están habilitadas para una visita cómoda – y tampoco segura – se puede recorrer con precaución el viejo embarcadero y los edificios abandonados pues son interesantes. Desde 1896 hasta mediados del siglo XX hubo un tren que traía los minerales de hierro desde la Sierra Alhamilla hasta aquí. El antiguo trazado se ha rehabilitado como una vía verde de 15,5 km que conecta este lugar con el municipio de Lucainena de las Torres. 

 

Cerca de Agua Amarga vais a poder disfrutar de muchas playitas escondidas como Cala Paraíso, Cala de Enmedio, Cala del Sol o Cala del Plomo. El acceso no es siempre sencillo así que siempre hay que informarse en base a nuestras habilidades caminando y llevar buen calzado. 

 

3. Las Negras, excursiones junto al mar

Tradicionalmente esta pedanía es uno de los lugares en los que nos hemos alojado en las diversas ocasiones que hemos estado en el Cabo de Gata. En la última visita tuvimos un apartamento por intercambio de casa con Home Exchange con vistas al mar y a los acantilados de Las Negras. En los últimos años se han construido algunas casas y ampliado el poblado, en verano suele estar más masificado, pero sigue siendo un buen lugar para alojarse y salir a conocer los lugares cercanos. 

 

El Sendero La Molata comunica Las Negras con el Playazo de Rodalquilar pasando por el Fortaleza o Castillo de San Ramón en un paseo de 1h 30 min. Con buen calzado y evitando acercarnos a los acantilados, es una buena opción para hacer una excursión en primavera y otoño siempre que no haya mucho viento. 

El sendero que lleva a la Cala San Pedro era uno de esos paseos que te llevaba hasta un tesoro escondido, una cala escondida con una fuente de agua dulce. Lamentablemente, desde hace años suele estar bastante ocupada desde que empezaron a haber «aquataxis» que conectaban la playa de Las Negras con esta cala. En cualquier caso, siempre merece la pena el paseo, observar las ruinas y disfrutar del entorno. 

Un buen lugar para detenerse a tomar un aperitivo, comer o cenar, es el restaurante La Sal. Con buenas vistas al mar, es una de las mejores opciones en Las Negras. También os recomendamos Las Barcas, junto a la playa de arena y La Bodequiya, justo al lado de la calle que desciende a la playa de cantos rodados negros. 

4. Rodalquilar, el valle con más encanto

 

Con el paso de los años, Rodalquilar y su valle nos han ido enamorando cada día más. Con su discreción y encanto natural, es un lugar delicioso especialmente en primavera cuando todos sus campos brillan verdes, los enormes palmitos lucen su mejor aspecto y las palmeras se elevan en los huertecillos junto a las casas encaladas. 

No dejéis de acercaros a las Minas de Rodalquilar y el antiguo poblado minero. Hay además una sala informativa que explica la geología de esta comarca y su pasado volcánico. Lamentablemente suele estar cerrada. En cualquier caso podéis recorrer las ruinas de los edificios de la mina – que también merecen una adecuación para mejorar la seguridad de los visitantes – y, siguiendo la pista, podéis continuar caminando a la búsqueda de las antiguas galerías que servían para extraer zinc, plomo e incluso oro. 

 

La playa del Playazo es una de nuestras favoritas en la zona por su tranquilidad y las calitas que esconde en sus extremos. Además se puede caminar hasta el Castillo de San Ramón o del Playazo. Ideal para que los niños jueguen tranquilos y para practicar con paddle surf o kayak. Si buscáis un lugar con el mar tranquilo, este es ideal especialmente si hay viento del sur o de poniente. 

El Faro de Punta Polacra está a 6 km de Rodalquilar. Se puede seguir la carretera y después la pista en coche pero, el estado del camino hace recomendable recorrer los últimos kilómetros del ascenso a pie. Las vistas de esta zona del Parque Natural del Cabo de Gata son espectaculares. Al sur, la cala del Carnaje, de cantos rodados negros, es ideal para los que huyen de la arena. Con vientos del norte está más tranquila, aunque suele tener oleaje se puede hacer snorkel en sus orillas. 

 

5. La Isleta, nuestro pueblo favorito

 

Puede parecer imposible pero aún quedan lugares auténticos y bonitos en los que disfrutar de una escapada. La Isleta mantiene su encanto y la tranquilidad de antaño apenas alterada por la visita de algunos turistas durante la temporada baja, sus pequeños alojamientos rurales – algunos de ellos son castas que llevan décadas alojando visitantes – y sus escasos restaurantes. Nos encanta el Restaurante La Ola que ha remodelado su salón y también tiene una preciosa terraza con vistas a la Isleta del Moro. En nuestra última visita descubrimos el bar-cafetería Sobre la Marcha donde tomar una copa, un cocktail, un delicioso café o regalarnos un helado o un trozo de tarta. 

Mientras nos relajábamos, nuestros hijos subieron en un momento a la Isleta del Moro. Nosotros esta vez preferimos quedarnos tomando ese rico café que os decíamos y después, dormitamos en la playa protegidos del viento del Sur que soplaba aquella tarde. 

En la Isleta podéis elegir entre la playa del Peñón Blanco y las calitas cercanas. Siempre hay un rincón para disfrutar de un baño de sol, de mar o guarecerse en invierno admirando el inmenso mar. 

Cerca de La Isleta, en la carretera que conecta con Rodalquilar, está el Mirador de la Amatista. Un punto de parada obligada para observar las vistas. Siempre suele haber coches en su pequeño aparcamiento pero, si tenéis ocasión, deteneos a tomar unas fotos. 

 

Al sur tenéis la playa de los Escullos y el Castillo de San Felipe que bien merecería una restauración y adecuación como centro de interpretación. Entrando por la pista os podéis acercar a la playa del Embarcadero y disfrutar de las calitas y farallones de la zona. Un lugar ideal para kayaquear y hacer snorkel cuando el mar está en calma. 

6. San José, lugar de encuentro

 

San José es la población más grande y con más servicios. Tiene muchos alojamientos y recibe mucha gente los fines de semana y en verano. Antes de llegar a San José, por la carretera AL-3108, pasaréis por el Pozo de los Frailes, una buena alternativa para alojarse si preferís un lugar más tranquilo. En esta pedanía destaca el Restaurante La Gallineta si buscáis un restaurante fusión-chic donde disfrutar de la cocina de autor. 

 

Para nosotros, el especial lugar de atracción está en la playa de Mónsul y la playa de los Genoveses a las que se accede por la pista de tierra que hay junto al Molino del Collado, al sur de la zona urbana. El acceso es libre excepto en verano que se cobra 5 €/vehículo. Se puede hacer en bicicleta por la pista o por el sendero que comunica el pueblo con ambas playas. 

Ambas playas son espectaculares en un entorno natural magnífico y bien conservado. La vegetación dunar, las paredes de lavas y bombas volcánicas, los bosques de esparto y ágaves, todo nos enamora. La playa de Monsul suele estar más batida por las olas y su escasa pendiente anima a jugar con el agua. Los Genoveses, más resguardada, es ideal para el baño y actividades náuticas. 

 

Superaconsejable es ir bien temprano para descubrir el lugar en paz y disfrutar de la brisa marina. Nosotros nunca hemos estado aquí en verano pero sabemos que entonces está muy masificado. Sin embargo, la primavera y el otoño son momentos ideales en los que además se puede hacer senderismo y disfrutar del entorno. 

Una excursión muy sencilla desde los Genoveses es subir al Mirador del Morrón. Siempre con buen calzado, las vistas de la bahía son magníficas (3,5 km ida y vuelta). Desde Monsul, hay una excursión más exigente que os llevará desde el aparcamiento hasta el aula de naturaleza del Cabo de Gata. Son algo más de 6 km (solo ida) y es también una buena opción si sois habilidosos con la bicicleta de montaña. No olvidéis buena cantidad de agua, almuerzo y protección solar. 

 

7. Cabo de Gata, sus salinas y el faro

 

En el extremo sur del Parque están las preciosas salinas del Cabo de Gata y la bonita iglesia de la Almadraba de Monteleva. Si habéis visto la película «Vivir es fácil con los ojos cerrados» recordaréis muchas de las escenas que se rodaron aquí. La larga y estrecha playa de arena suele estar azotada por el viento. En las salinas, de gran valor ecológico, pueden observarse aves mientras paseamos. 

 

Si seguimos circulando por la carretera AL-3115 llegaremos hasta el faro del Cabo de Gata y el Mirador de las Sirenas. El faro actual fue construido en 1863 sobre las ruinas de un antiguo castillo. Su torre mide 18 metros de altura y sirve para evitar que los barcos se acerquen a los peligrosos arrecifes que rodean este saliente costero. 

Antes de llegar al faro está la playa del Corralete. En una ocasión nos alojamos allí, en una casa muy bonita que alquilamos con Airbnb. Fue un regalazo. Recuerdo que a Ernest y Ferran les encantó jugar en aquella playa durante esas vacaciones. 

El Mirador de las Sirenas se sitúa frente al arrecife del mismo nombre. Esta formación geológica tan bonita, de origen volcánico, seguro que fue protagonista de leyendas de naufragios, pescadores, tormentas y apariciones de seres extraños. Si el mar está tranquilo, se puede bajar hasta la playa y hacer buceo entre sus escullos. 

El Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar ofrece infinidad de oportunidades para disfrutar todo el año. Nosotros hemos estado en muchas ocasiones pero nunca en verano. En verano es un momento ideal para bucear y disfrutar de sus fondos marinos, sin embargo, el clima es muy cálido y seco. Nosotros preferimos las primeras semanas del otoño (septiembre y octubre son ideales pues el agua está caliente y hay mucha menos gente). 

 

La primavera es el momento ideal para disfrutar de la floración y también de las playas. Es cierto que puede haber vientos por lo que os recomendamos descargar la aplicación bicheando en vuestro móvil para consultar cada día las mejores playas según la previsión meteorológica y el oleaje. No olvidéis traer un buen calzado para hacer también algo de senderismo porque todo el año – excepto el verano – es un buen momento. 

Dónde alojarse en el Parque Natural del Cabo de Gata

Un par de meses antes del viaje empezamos a planear una escapada por el sur de España y, tras varias peticiones en la plataforma de Home Exchange, contactamos con Teresa que tiene un apartamento muy bonito en Las Negras. Así fue como decidimos ir a pasar unos días allí esta primavera.

Llegamos a Las Negras y allí nos estaba esperando un amigo de nuestra anfitriona para darnos las llaves de la casa. Su apartamento tenía una cocina totalmente equipada, un bonito salón, dos habitaciones y dos baños. Además de una piscina estupenda e increíbles vistas sobre los acantilados de Las Negras.

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Si te apetece conocer más sobre el intercambio de casas con HomeExchange, puedes leer este artículo en el que te contamos todos los detalles de nuestra experiencia. Si por el momento prefieres alojarte en apartamentos turísticos, campings u hoteles, te dejamos algunas propuestas:

• Casas de María en Las Negras: un antiguo cortijo restaurado y mantenido por María, una señora encantadora siempre a disposición de sus clientes.
• MiKasa Suites en Agua Amarga: un pequeño hotel con mucho encanto para dejarse cuidar.
• Casa en la Playa del Corralete con Airbnb: una increíble casa con vistas al faro del Cabo de Gata y la playa del Corralete.
• Intercambio de casa: hay muchas opciones para hacer intercambio de casa en el cabo.

Además os aconsejamos otros alojamientos como:

• Camping La Caleta en Las Negras
• Camping Los Escullos
• Hotel-Spa Cala Grande en Las Negras
• Hotel Boutique MC San José
• Viajar en furgoneta y autocaravana es un gran regalo en este parque natural, siempre respetando los lugares donde es posible pernoctar.

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