El Cabo de las Huertas o Cap de l’Horta es un punto geográfico destacado en el municipio de Alicante. Aunque la urbanización costera no ha respetado ni el sentido común ni la ley de protección de costas, todavía conserva su belleza. Podemos recorrer el cabo siguiendo un sendero urbano junto al mar que discurre casi siempre junto a casas particulares pero en el que también descubriremos bellos espacios «casi salvajes»: pequeñas calas, piscinas naturales, dunas fósiles y restos arqueológicos reseñables.

Inicio del recorrido junto a la Playa de la Albufereta (Alicante, 2016)

Inicio del recorrido junto a la Playa de la Albufereta (Alicante, 2016)

La urbanización masiva de las costas alicantinas desde los años 70 del pasado siglo llevó a la desaparición de la mayor parte de los espacios naturales cercanos al mar. Aún podemos encontrar algunas zonas de dunas como en la Marina de Guardamar o zonas de acantilados libres de edificios como ocurre en algunos tramos entre El Campello y Villajoyosa. Hay algunas calas pedregosas libres de edificios y zonas rocosas de gran belleza. Sin embargo, lo normal es observar un muro de hormigón que se eleva en bloques de grandes edificios apiñados junto a la línea de costa.

¿Cómo llegar al Cabo de las Huertas?

Para iniciar la excursión nos desplazaremos hasta el punto de encuentro en el TRAM (lineas L1, L2, L3 o L4) que nos lleva a la parada de La isleta o La Illeta. Llegamos a la playa de la Albufereta que en esta época del año suele estar casi vacía, solo algunas personas pasean o descansan en la arena. El sendero se inicia en la pasarela de madera que está situada en el lado norte de la playa.

Restos de las zonas de cría de peces excavadas por los romanos (Alicante, 2016)

Restos de las zonas de cría de peces excavadas por los romanos (Alicante, 2016)

La playa de la Albufereta está vacía en estos meses del año (Alicante, 2016)

La playa de la Albufereta está vacía en estos meses del año (Alicante, 2016)

El sendero del Cabo de las Huertas nos muestra su historia

Encontraréis diversos paneles informativos. No debéis pasar sin deteneros a observar las zonas de extracción de piedra, pequeñas canteras de autoconsumo de algunas familias. También descubriréis los viveros excavados hace siglos por los pobladores romanos para ser utilizadas como piscifactorias o zonas para mantener vivos los peces pescados en el mar (su aspecto actual no corresponde al original pues se utilizaron después como cantera). Estos viveros eran un símbolo de ostentación que sólo algunas familias podían poseer y que les permitía celebrar cenas junto al mar ofreciendo pescado fresco a sus invitados tal y como se ha documentado en diversos escritos de la época. Muy cerca de aquí se sitúan los restos arqueológicos de la ciudad romana de Lucentum que bien vale la pena visitar con los peques en otro momento.

Podéis conocer otros planes en Alicante en este enlace
Los cielos luminosos tras las lluvias de otoño nos regalan imágenes preciosas (Alicante, 2016)

Los cielos luminosos tras las lluvias de otoño nos regalan imágenes preciosas (Alicante, 2016)

El sendero recorre zonas muy urbanizadas (Alicante, 2016)

El sendero recorre zonas muy urbanizadas (Alicante, 2016)

El recorrido trascurre junto al Club Náutico Costa Blanca y después pasa por diversas calas: Cala dels Jueus, Cala de Cantanars y la Cala de la Palmera. Las planicies rocosas erosionadas por el mar dejan huecos y pequeñas piscinas naturales ideales para el baño en épocas del año más calurosas. Las paredes tienen formas espectaculares y el mar bate la costa incansable esculpiendo extrañas imágenes.

En las calas se acumulan los restos de Posidonia que protegen el litoral (Alicante, 2016)

En las calas se acumulan los restos de Posidonia que protegen el litoral (Alicante, 2016)

Esta zona de la ruta es lugar habitual para el nudismo. En verano son muchas las personas que aprovechan este enclave para hacer nudismo y también es fácil encontrar bañistas en los días soleados de cualquier época del año que gustan de tomar el sol. Está bien avisaros para que no os llevéis sorpresas.

En la zona más cercana al cabo paseamos entre dunas fósiles (Alicante, 2016)

En la zona más cercana al cabo paseamos entre dunas fósiles (Alicante, 2016)

La flora de este paraje es especialmente vulnerable (Alicante, 2016)

La flora de este paraje es especialmente vulnerable (Alicante, 2016)

Llegamos paseando hasta el faro y podemos detenernos a almorzar y jugar en la zona mientras contemplamos el mar y disfrutamos del batir de las olas. En otoño e invierno los días pueden ser nubosos pero habitualmente son bastante soleados. En cualquier caso, os encantará el paisaje y la amplitud del horizonte que se ofrece desde este punto. Este faro fue construído en el lugar en el que antaño se alzaba una torre vigía como las que encontramos en otros puntos del litoral: la torre de l’Alcodre.

En el extremo del Cabo de las Huertas está el faro (Alicante, 2016)

En el extremo del Cabo de las Huertas está el faro (Alicante, 2016)

Desde allí, en los días de cielos limpios, divisamos las bellas sierras del norte de nuestra provincia. La isla de Benidorm y la Serra Gelada, la Serra de Bèrnia, el Puig Campana, las cumbres de Aitana, el Cabeço d’Or… La dureza variable de los materiales de la costa ha creado este paisaje de espigones naturales que como grandes dientes se introducen en el mar. La erosión de las paredes junto con la cristalización de las sales marinas crea formas curiosas. Aprender a leer el paisaje e interpretar qué ocurrió en el pasado es un ejercicio entretenido que desarrolla nuestra capacidad de observación y deducción.  Y… si observáis con atención… podéis encontrar fósiles escondidos entre las rocas. Si queréis más información, podéis consultar este folleto tan interesante elaborado por la Universidad de Alicante para la Geoyincana.

Las vistas de la playa de Muchavista y las sierras cercanas desde el cabo (Alicante, 2016)

Las vistas de la playa de Muchavista y las sierras cercanas desde el cabo (Alicante, 2016)

Y así llegamos hasta la playa de Muchavista que con sus más de 6 km de longitud acoge a lo largo del año a multitud de visitantes. Una vez allí, no hay mejor plan que buscar un sitio en la arena y dejar que los niños jueguen mientras nosotros descansamos relajadamente. Para regresar a casa o a la playa de la Albufereta podemos dirigirnos a la Avenida Costa Blanca para tomar la Línea L4 del TRAM en alguna de sus paradas o bien seguir caminando por la playa, hasta la parada del TRAM «Costa Blanca» (Líneas L1 y L3).

En la playa encontramos zonas deportivas, de juegos y de servicios (Alicante, 2016)

En la playa encontramos zonas deportivas, de juegos y de servicios (Alicante, 2016)

DATOS PRÁCTICOS SOBRE EL SENDERO DEL CABO DE LAS HUERTAS

La dificultad del recorrido es baja con una longitud total de unos 7 km desde la parada del TRAM de «La Isleta» hasta la de «Costa Blanca».

Siempre es recomendable llevar agua y un buen almuerzo, también protección solar y gorra.

El servicio de tranvías es muy cómodo y frecuente. Puedes consultar los horarios aquí.

Recuerda no dejar ningún tipo de desperdicios. Los ecosistemas costeros son muy sensibles y la basura, sobre todo los plásticos, son muy dañinos con los organismos y tardan muchos años en degradarse.

Recorrido por el sendero costero

Recorrido de 7 km por el sendero costero

Esperamos que decidáis disfrutar en algún momento de este bello sendero urbano junto al mar. Es triste observar en algunos puntos la barbarie de la construcción invasiba de hace años pero aún es posible admirar el paisaje del Cabo de las Huertas o Cap de l’Horta. Esperemos que en el futuro, sólo hayan acciones que permitan mejorar su conservación.

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