Alberobello es un pueblo de cuento. Muy turístico, pero de cuento. Masificado en ciertos momentos del año, pero de cuento. Un lugar único en el sur de Italia que disfrutamos juntos unos días en Semana Santa. Bienvenidos a Alberobelo: un pueblo de cuento de duendes y hadas.
Alberobello se sitúa en la Puglia (o Pulla), al sur de Italia, en «el talón de la bota». La Puglia es una región cautivadora: por su luz, sus cielos brillantes, su mar y su costa luminosos, sus extensos campos de olivos y cereales, sus paredes de piedra y, en Alberobello y sus pueblos vecinos, por sus «trulli». Por su singuliaridad y buena conservación fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 1996. En nuestra ruta por el sur de Italia marcamos este pueblo como una parada asegurada y no nos defraudó.
Los trulli son construcciones de piedra tradicionales de paredes blancas con el tejadode piedra seca redondeado y acabado en punta, como un cucurucho invertido. Son una muestra de los antiguos métodos constructivos en los que se aprovechaban y optimizaban los materiales del terreno de la mejor manera posible. Su nombre procede del griego τρούλος que significa cúpula.
Su origen es antiquísimo aunque, en la actualidad, los más antiguos que se conservan datan del siglo XVI ya que, cuando algún trullo se deterioraba, normalmente se tendía a reconstruirlos de nuevo en lugar de restaurarlos. En la Puglia hay vestigios humanos que datan de la Edad de Bronce y, algunas de estas construcciones, han dado información sobre estos gracias a sus cimientos.
Hacía años que habíamos descubierto Alberobello en las fotos de alguna guía de viajes y nos hacía mucha ilusión viajar a este pueblo de «hadas y duendes». El conjunto arquitectónico creado por sus trulli –se pronuncia «truli» con una «l» larga no con «ll»– nos parecían muy especiales. Y lo son, es por ello que se han convertido en un centro turístico importante, algo que debes tener en cuenta en tu visita.
¿Qué visitar en Alberobello?
1. El barrio turístico de Rioni Monti
Este es el barrio de atracción turistica lleno de tiendecitas, restaurantes y trulli preciosos y bien conservados. Todo está dirigido a la venta de recuerdos y a atraer a los visitantes. Aunque puede estar muy masificado en ciertos momentos del día, no pierde su encanto. Os aconsejamos un paseo al anochecer, cuando la ciudad oscurece, las lucecitas iluminan las calles y es encantadora.
2. El barrio no turístico de Aia Piccola
Desde la Oficina de Turismo, podéis recorrer este barrio que no ha sido ocupado por tiendas ni restaurantes, Sus vecinos viven aquí en calma. Han restaurado sus casas y se mantienen pintadas y bien cuidadas, pero, además, conserva el encanto de la cotidianeidad.
3. La iglesia de San Antonio, de Santa Lucía y la Basílica dei Santi Medici
Alberobello cuenta con varias iglesias destacables. Junto a la Iglesia de Santa Lucía hay un mirador con muy bonitas panorámicas de los trulli. Y, sin duda, la iglesia de San Antonio es la más característica por tener forma de trullo. Tiene forma de cruz griega y su cúpula alcanza los 21 m de altura.
En este museo pudimos conocer la historia del pueblo, de la región, de la manera de vivir de décadas pasadas y también se pueden visitar los trulli, con su mobiliario y diversa información. Es un museo bastante interactivo, te facilitan una tablet con la entrada para seguir la guía personalizada en diversos idiomas.
5. Trullo Sovrano
El único trullo de dos pisos, el mobiliario bien cuidado, que se puede visitar y conocer en detalle el interior de estos edificios tan característicos. Aunque nosotros preferimos visitar el Museo del Territorio, os recomendamos también esta opción.
Si os gustan las visitas guiadas para poder exprimir un poco más los lugares que visitáis , podeis contratar este servicio para diversas actividades como visitas gastronómicas y visitas históricas. Además hay un interesante Museo del Vino, un pequeño Museo del Aceite y un Museo de Artesanía.
Lo mejor de este lugar es pasear por sus calles, visitar los trulli en calma y sin dejarse intimidar por los vendedores de souvenirs. Muchas de las construcciones están decoradas con símbolos que hacen referencia a aspectos religiosos. Además, algunos de ellos tienen el tejado terminado con un pináculo característico que hace que cada casa sea única. Su interior es sencillo y, gracias a la manera de ser construidos, son frescos y agradables.
En Semana Santa, como en todo el sur de Italia, se celebran las festividades cristianas de la muerte y resurrección de Cristo. En muchos pueblos se representan pasajes teatralizados de estos momentos. Pudimos asistir a la representación nocturna del Viernes Santo y fue todo un acontecimiento participar junto a los vecinos de este acto. La población invierte mucho tiempo e ilusión en preparar esta representación y fue fascinante dejarnos llevar por la historia tan bien contada y representada. Teatralizada y apta para todos los públicos, fue muy interesante para nosotros.
Desplazamiento y alojamiento
Nosotros tuvimos la suerte de visitar la región en primavera por lo que era un momento ideal para pasear y hacer excursiones por el campo. Hay muchos agroturismos y casas rurales en las que alojarse en la zona. También podéis reservar alojamiento en un trullo. Hay cantidad de casa de huéspedes y hoteles, no nos atrevemos a recomendaros ninguno pues nosotros no los utilizamos, pero seguro que encontráis alguna opción que se adapte a vuestras necesidades.
Si viajáis en camper o autocaravana, también encontraréis campings a las afueras del pueblo y una zona camper en el centro que fue la que nosotros elegimos. Por la época del año encontramos aparcamiento sin problemas para nuestra autocaravana. La ubicación era perfecta y se podía recargar agua y vaciar depósitos. Nos encantó esta «àrea sosta» de Alberobello!
Los aeropuertos más cercanos son los de Bari y Brindisi. Si viajas en transporte público puedes llegar en tren y caminar hasta el centro de Alberobello en sólo 5 mintuso. Si viajas en tu propio coche, furgo o autocaravana, puedes recorrer la región y visitar también las bonitas Martina Franca y Locorotondo.
Os aconsejamos con los ojos cerrados visitar y recorrer la Puglia. Programad unas vacaciones a esta región del sur de Italia. Os encantará. Sus paisajes, la diversidad de pueblos preciosos, restos arqueológicos, playas, campos y una excelente gastronomía. Y, sin duda, no dudeís en hacer una parada en Alberobello: un pueblo de cuento de duendes y hadas.
Para acabar, aquí os dejamos el resumen de nuestro viaje a la Puglia en un «vídeo casero».
Tengo un ilusionante sentido de la vida. Estoy convencida de que las personas podemos cambiar el mundo trabajando personal y localmente a través de proyecto colaborativos. Me gusta compartir con mi familia experiencias motivadoras y enriquecedoras. Y difundir algunas de ellas en este blog sobre «nuestro viaje por la vida».
Que bonito ! Gracias por compartir !
Hola! Gracias por leernos y compartir nuestra alegría de viajar y conocer el mundo. Un fuerte abrazo!
Que bonito!!!
No conocía la existencia de este pueblo tan singular… Me dan ganas de irme para allá!!!
Es precioso Cristina. Una sorpresita encantadora en medio de los campos del sur de Italia. Muy recomendable una escapada allí!
Hola familia!! Estamos preparando un viaje por el sur de Italia y vuestro blog nos está siendo de gran ayuda. Dan ganas de recorrer todos los rincones que nos mostrais. Muchas gracias por compartir vuestras experiencias.
Hola Olga! Nos alegramos mucho de que vayáis al sur de Italia y, aún más, que nuestro blog os esté ayudando e inspirando. Gracias! Váis a disfrutar mucho! Un fuerte abrazo y felices viajes!
¡Gracias por compartír vuestras vivencias!, nos están siendo de gran utilidad. Somos una pareja de enamorados de Italia y esta zona todavía no la conocemos, pero gracias a vuestro blog ya estamos preparando el viaje.
Saludos desde Galicia
Hola viajeros! Nos alegra mucho que nuestra experiencia y nuestro blog os estén ayudando a descubrir nuevos lugares. Italia es uno de nuestros países favoritos. ¡Nos encanta! Incluso en sus contradicciones… 😉 Esperamos que paséis unas vacaciones deliciosas. Feliz verano! Myriam y Pau