Unos de mis deseos cuando visualizaba un posible viaje a Japón era recorrer la ruta Kumano-Kodo. Cuando llegó el momento de planificar el viaje, en la primavera del 2024, vi que no podía encajar tantos días para esa ruta y que además me exigía logísticamente un esfuerzo que no era viable en ese momento. Sin embargo, descubrí que sí podía visitar algún lugar relevante de ese camino y me decanté por visitar Kōyasan.

Más allá de visitar ciudades en Japón, me atraía especialmente conocer entornos naturales que compartían su historia con tradiciones culturales e históricas relevantes. Además quería salir del bullicio y de la sobrecarga del turismo en algunos momentos del viaje y el Monte Kōya me ofrecía está oportunidad.

Paseando por el complejo de templos Danjo Garan

Visitar un enclave sagrado como Kōyasan – o Monte Kōya (高野山)-, es una experiencia única en Japón. Sí puedes, no dejes pasar la oportunidad de retirarte alguna noche a un lugar de estas características.

 

Kōyasan es un enclave sagrado, rodeado de montañas y cubierto de bosques de cedros, es el corazón del budismo Shingon (Shingonshū, 真言宗), una escuela budista fundada por el monje Kūkai (también conocido como Kōbō Daishi) a principios del siglo IX. Desde entonces, este lugar ha sido un centro espiritual de gran relevancia, atrayendo a peregrinos, monjes y visitantes de todo el mundo.

Los guardianes Nio en la puerta de acceso a Danjo Garan

¿Por qué se llama Kōyasan y cuál es su importancia?

El nombre «Kōyasan» significa literalmente “Montaña Kōya«, aunque en realidad no se trata de una única cima, sino de una meseta rodeada de ocho picos, lo que en la tradición budista representa un “loto de ocho pétalos”, símbolo de pureza y despertar espiritual.

 

Se sitúa al sur de Osaka y Nara, en la región de Wakayama. Fue el monje Kūkai, quién tras su regreso de China en el año 806, eligió este remoto lugar como centro para desarrollar su nueva forma de budismo, que pone énfasis en la meditación, los rituales y la transmisión directa del conocimiento espiritual. 

La belleza de los templos y las comunidades budistas de Koyasan

Hoy en día, Kōyasan sigue siendo la sede principal del budismo Shingon y alberga más de 100 templos, muchos de los cuales acogen a peregrinos y turistas que desean sumergirse en su atmósfera mística. Puedes reservar tu estancia a través de páginas de reservas de alojamiento habituales y, también al llegar a Kōya puedes consultar opciones. Eso sí, reserva con antelación en periodos vacacionales o festividades locales si quieres asegurarte encontrar sitio.

 

Cómo llegar a Kōyasan desde Osaka

 

La mejor manera para llegar al Monte Kōya es viajar desde Osaka

 Hay transporte público diario bien organizado. Nosotras compramos los pasajes el mismo día de nuestra salida. La manera más sencilla y económica de hacer esta excursión es con el Kōyasan World Heritage Ticket, un pase regional ofrecido por la línea Nankai Railway, válido durante dos días e ideal para una visita con pernocta. Este billete incluye:

 

  • Tren de ida y vuelta desde Osaka (Namba o Shin-Imamiya) hasta Gokurakubashi.
  • Funicular desde Gokurakubashi hasta la parte alta de Kōyasan.
  • Autobuses locales ilimitados dentro de la zona de Kōyasan.
  • Descuentos en entradas a templos y museos seleccionados.
  • Además, si lo compras con más de 24 horas de antelación en la estación de Osaka o en la página web tendrás un descuento significativo. Nosotras no lo sabíamos y pagamos XXX que tampoco me pareció un mal precio.

Moverse en tren por Japón es ideal

El trayecto completo dura unas 2 horas, combinando tren, funicular y bus. Durante el trayecto prácticamente estuvimos solas en el tren. Dependiendo de la tarifa que elijas el tren hará más paradas o menos y puede que incluso debas cambiar de tren en el viaje como fue nuestro caso.

 

El recorrido es precioso, pasa por pueblos y entornos rurales. Lo mejor es poder conocer el Japón real. El último tramo asciende por un frondoso valle hasta llegar al corazón del monte Kōya. Una vez llegues a Gokurakubashi tendrás que subir al funicular (hay poco tiempo de espera) y después, en la estación de Kōyasan estará esperándote el bus para llevarte al pueblo.

 

Dormir en un templo: hospitalidad monástica

 

Habíamos leído que una de las vivencias más enriquecedoras de Kōyasan es pasar la noche en un shukubō (宿坊, alojamiento en un templo budista). Yo ya había vivido una experiencia similar cerca de Shimla, en la India, y me apetecía mucho repetir.

Entrada a nuestro alojamiento en Koyasan

Estos establecimientos, gestionados por los propios monjes, ofrecen una experiencia tranquila y bastante auténtica de la vida espiritual japonesa:

  • Puedes participar en las ceremonias budistas matutinas.
  • Te ofrecen comida vegetariana tradicional (shōjin ryōri), cuidadosamente preparada.
  • Te alojas en habitaciones sencillas con tatami y futón, normalmente con vistas a jardines interiores.
  • Te ofrecen tu yukata y muchos tienen onsen para poder disfrutar de un baño relajante antes de la cena.

Cenando en nuestro alojamiento

Algunos de los shukubō más recomendables son:

  • Komyo-in Temple (Pilgrim’s Lodging): aquí nos hospedamos nosotras. La habitación era amplia, era acogedor, tenía un baño público y la comida era buenísima.
  • Eko-in: uno de los más populares, ofrece meditaciones con sutras, charlas sobre budismo y baños termales.
  • Fukuchi-in: ideal para familias, con jardines zen y baños tipo onsen.
  • Kongō Sanmai-in: más tradicional y tranquilo, perfecto para quienes buscan silencio y recogimiento.

No se puede entrar con tu calzado al alojamiento

Nosotras llegamos pasado el mediodía a Kōyasan. Cómo era pronto para poder alojarnos, dejamos nuestra mochila en la recepción y nos fuimos a comer en la izakaya ことぶき食堂 donde probamos un curry japonés delicioso. Después dimos un paseo y compramos algunas especias en la tienda Hirano Seishoan y probamos sus helados. A la hora indicada por el monje que nos atendió, regresamos al templo. Pagamos el coste del alojamiento y nos enseñaron las instalaciones. Nos explicaron los horarios de las comidas y de las ceremonias. Nos ofrecieron un té y unos dulces junto al jardín en la habitación que sería el lugar destinado a realizar las comidas durante nuestra estancia.

 

Nos mostraron la habitación, nos alojamos y nos fuimos al onsen para asearnos y relajarnos. Nos fuimos a caminar por el maravilloso Cementerio Okunoin y después regresamos para la cena que fue muy abundante. Por la noche volvimos a salir a pasear y disfrutar del bosque y regresamos antes del cierre de las puertas.

La comida es vegetariana y cuida todos los detalles

Amanecimos bien temprano y asistimos a una sesión de meditación antes del desayuno delicioso. Después participamos en la sesión del fuego y salimos bien ahumadas de allí. En algún momento me resultó un poco agobiante y eché de menos un poco de ventilación. En cualquier caso fue muy especial participar y observar al monje realizando todo el ritual. Antes de seguir nuestra ruta visitando templos en Koyasan, nos detuvimos a tomarnos un café ¡lo necesitábamos! y un delicioso pastel en el Tommy Nana Cafe, un lugar encantador regentado por una pareja encantadora de atención esquisita.

 

Qué ver en Kōyasan: espiritualidad, historia y naturaleza

1. Cementerio de Okunoin – 奥の院墓地

Es el cementerio más grande de Japón, con más de 200.000 tumbas, muchas de ellas pertenecientes a samuráis, señores feudales, escritores y personajes históricos. Pero lo más importante es su ubicación en medio de un impresionante bosque de cedros inmensos.

El camino principal, flanqueado por elevados cedros y linternas de granito cubiertas de musgo, conduce al Mausoleo de Kūkai, donde se cree que permanece en meditación eterna. 

Paseando al atrdecer por el cementerio Okunoin

La visita al anochecer es especialmente mágica, con iluminación suave y un profundo silencio. También puedes acudir al amanecer cuando despierte el bosque. Nosotras salimos a pasear antes de la puesta de sol y regresamos después de la cena. Fue tan especial que realmente nos quedamos atrapadas allí.

2. Templo Kongōbu-ji – 金剛峯寺

Este es el templo principal del budismo Shingon. Su nombre significa “templo del diamante y la cima” o “templo de la montaña de diamante”, y alberga hermosos paneles pintados, salas de meditación y el jardín de rocas Banryūtei, el más grande de Japón. Aquí se celebran rituales importantes y es posible participar en sesiones de caligrafía o meditación. Si nos hubiéramos quedado un día más no habría dudado en apuntarme a alguna de estas sesiones.

3. Complejo Danjō Garan – 壇上伽藍

Tras dormir en la comunidad budista y participar en las sesiones de meditación, tomamos un gran desayuno y recogimos nuestro equipaje. Pudimos dejarlo allí para no tener que cargarlo mientras visitábamos Danjō Garan.

Este es uno de los lugares más antiguos y sagrados de Kōyasan. ¡Me encantó! Era un lugar que transmitía mucha paz y los edificios eran espectaculares.

Este complejo fue establecido por Kūkai como centro de formación para monjes en el año 816. Según la leyenda, Kōbō Daishi (Kūkai) lanzó su bastón ceremonial desde China, y este cayó en este lugar junto de la montaña Kōya donde se construiría el Danjō Garan.

Los temlos y pagodas están cuidadosamente conservadas

Puedes visitar por libre el complejo, es gratuito, pero te pedirán pagar una pequeña tasa para entrar a alguno de los templos. Cuenta con una veintena de templos y edificios, incluyendo el Konpon Daitō. Entre las instalaciones destacan:

 

  • La puerta Chumon, es la entrada principal y cuenta con los guardianes Nio que custodian el acceso.
  • La pagoda Konpon Daitō (pagoda principal), símbolo de la cosmología que se encuentra simbólicamente ubicada en el centro de un mandala en forma de flor de loto que, según dicen, forman las ocho montañas que rodean Koyasan. Fue reconstruida en 1930 y está pintada de rojo brillante. En su interior está el Dainichi Nyorai, el Buda cósmico, que está rodeado por otros cuatro Budas que le asisten
  • El Kondō (salón dorado), donde se celebran ceremonias importantes fue construido en el año 819. Alberga el Buda Médico y no siempre puede visitarse. Cuando estuvimos nosotras no pudimos entrar.
  • El templo de los Retratos o Miedo donde se conserva el retrato del monje fundador. No siempre es visible pero cada 21 de marzo, con ocasión del festival Kyusho Mieku, se puede admirar.
  • Varias pequeñas pagodas, santuarios y lugares de oración.
  • Las campanas ceremoniales entre las que destaca la campana Daito, también conocida como Koyashiro, que es la cuarta campana más grande de Japón. La campana suena a las 4 am, 1 pm y 5 pm.
  • El estanque de Loto o Hasuike y su puente rojo es un lugar ideal para descansar y relajarse tras la visita. Me gustó muchísimo. Cuando estuvimos allí, algunos árboles empezaban a otoñar y estaba precioso.

Representaciones de Jizo Bosatsu, deidad budista que recuerda a las almas de los niños fallecidos

4. Museo Reihōkan

Este museo se construyó en 1921 y alberga tesoros nacionales y reliquias asociadas al budismo Shingon: mandalas, estatuas de Buda, textos antiguos y utensilios ceremoniales. Nosotras no pudimos visitarlo pero según he leído es una visita imprescindible para entender la riqueza artística y espiritual de Kōyasan.

Puedes participar en las ceremonias de la comunidad

Senderismo y naturaleza en Kōyasan

Os aseguro que si vuelvo al monte Kōya pasaré más de una noche aquí porque me quedé con las ganas de hacer algo de senderismo por sus montañas “flor de loto”. Además de su dimensión espiritual, Kōyasan tiene un entorno natural privilegiado. Has cascadas y senderos y puedes conectar con la ruta Kumano-Kodo si dispones de más tiempo. Algunas rutas recomendadas:

  • Chōishi-michi – 町石道: un sendero histórico de unos 22 km que conecta el pueblo de Kudoyama con Kōyasan, siguiendo una serie de pilones de piedra que marcan en camino cada 109 metros que es la unidad de medida chō.. Ideal para hacer en medio día o recorrer parcialmente.
  • Camino de las mujeres (Nyonin-michi – 女人道): ruta circular de 7 km que rodea la montaña. En el pasado, las mujeres que hacía la ruta Kumano-Kodo no podían acceder a este centro monástico, por lo que realizaban sus oraciones desde este sendero. Hemos tenido mucha suerte por vivir en este momento de la historia. Este sendero es un paseo tranquilo entre árboles y vistas panorámicas que puedes hacer en un par de horas.

Kōyasan y la ruta de peregrinación Kumano Kodo

Kōyasan forma parte de la ruta de peregrinación Kumano-Kodo, un conjunto de antiguos caminos de montaña que conectan lugares sagrados y santuarios sintoistas de la península de Kii en la región de Wakayama. 

Muchos peregrinos, tanto en el pasado como hoy, comienzan su andadura espiritual en Kōyasan antes de dirigirse hacia los tres grandes santuarios de Kumano (Hongu, Nachi y Hayatama). Es similar a nuestro Camino de Santiago y, de hecho, están hermanados.

Esta red de caminos está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2004, y caminar por ella es una forma de conectar con la historia, la espiritualidad y la naturaleza japonesa. Algunas etapas son muy exigentes por lo que, si estás planeando hacer esta ruta, infórmate bien sobre las diversas opciones. Existen combinaciones posibles entre Kōyasan y Kumano mediante autobuses y tramos a pie, para quienes deseen una experiencia de inmersión total.

Hay varias rutas que confluyen en Kumano-Hongu Thaisa:

  • Nakahechi o Ruta Imperial: para los peregrinos que vienen del oeste 
  • Kohechi o Ruta Montañosa: es la más dificultosa y conecta con Kōya
  • Ohechi o Ruta Costera: va hacia el sur y fue muy popular en el periodo Edo
  • Iseji o Ruta del Este: tiene algún paso exigente, tramos adoquinados y paisajes diversos

 

La región de Wakayama: tradición y paisajes

La prefectura de Wakayama, al sur de Osaka, es una de las regiones más auténticas de Japón. Desde mi punto de vista puede ser una opción muy interesante para quien busca salir de las rutas más trilladas por el turismo internacional. 

 

Ofrece una combinación de naturaleza, espiritualidad, historia y cultura tradicional que puede constituir un viaje completo y perfecto sin necesidad de hacer grandes desplazamientos. Algunos de los lugares de interés:

  • Kumano Sanzan: los tres grandes santuarios de Kumano, rodeados de montañas y caminos sagrados.
  • Cascada Nachi-no-taki: la más alta del país (133 metros), junto al santuario Nachi y su pagoda de postal.
  • Costa de Shirahama: con playas, aguas termales junto al mar y acantilados espectaculares.
  • Ciudad de Wakayama: con castillo reconstruido, un puerto pesquero y una rica tradición culinaria basada en el atún y la soja.

 

Una alternativa interesante si te planteas recorrer esta prefectura es alquilar un coche y viajar por libre ya que, aunque hay transporte público, tendrás mucha más flexibilidad para disfrutar del viaje. En este artículo te cuento los detalles de alquilar un coche en Japón y aquí nuestra agradable experiencia viajando por los Alpes japoneses en coche de alquiler.

Saboreando la comida local

Cómo veis, Kōyasan no es simplemente un lugar que se visita: es un espacio que vivir y sentir una experiencia especial en tu viaje a Japón. Dormir en un templo, caminar entre cedros centenarios, compartir un momento de silencio con monjes y peregrinos, y dejarte envolver por la mística es una experiencia que transforma. Así fue para nosotras y así será para tí si decides incluir esta zona de Japón en tu viaje.

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