ISAK DINESEN: MEMORIAS DE UNA ESCRITORA EN ÁFRICA
Todo verdadero escritor habita en la nostalgia y se nutre del recuerdo. Las palabras que aboca sobre el papel evocan pedazos del vivir, como quien rescata náufragos de pozos oscuros y sin fondo. Cada palabra es un vivero de gozos y sinsabores, restos sobre la playa de un trágico naufragio. En cada escrito, el autor se confiesa y se delata, proclamando que ha vivido.
Henry David Thoreau planteó, en una ocasión, que esperaba de todo escritor un relato sencillo y sincero de su propia vida. Él mismo dio testimonio de ello. Y explicó que dicho relato debiera ser algo así como una carta que alguien escribe a sus familiares desde una tierra lejana, porque, como dice él, si el escritor ha vivido verdaderamente, debe haberlo hecho en algún lugar alejado de nosotros. (más…)
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