CHINA EN UN MES: UN PLAN PERFECTO
Hace ya varios años que pisé Asia por primera vez. Fue en un viaje a China que planeé junto a varios amigos. Me intimidaba un poco visitar aquel país tan diferente al nuestro, con un idioma tan extraño y una cultura tan particular. Como siempre, queríamos viajar con nuestra mochila libremente pero como nos sentíamos algo vulnerables, mi amiga y yo decidimos enrolar a otros cinco compañeros en nuestra aventura. Y así fue como a finales de julio nos embarcamos en un avión rumbo al gigante asiático.
Recorriendo la Gran Muralla (China, 2006) |
Nada más aterrizar en Beijing nos sentimos cómodos en aquel país, nuestros temores desaparecieron. Descubrimos que comunicarnos con sus habitantes era posible a pesar de hablar lenguas tan distintas. Cuando podíamos intercambiar algunas palabras en inglés era más sencillo, pero desarrollamos nuestra creatividad cuando el inglés no servía: dibujos y sonrisas. Realmente fue maravilloso comprobar como el lenguaje no verbal, la disposición abierta y tolerante, la alegría y la curiosidad innatas, te permiten llegar a cualquier individuo.
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