En nuestra casa de intercambio nos han dejado también su coche para poder movernos por sus alrededores. En esta ocasión es un coche eléctrico, algo nuevo para nosotros, así que hoy hemos decidido hacer nuestra primera prueba para ir familiarizándonos con la carga, el uso de la aplicación de pago y otros detalles que puedan surgir.

La verdad que no se nos ocurre otro país mejor para hacer nuestro primer viaje en coche eléctrico porque la red de cargadores y de diversos tipos es inmensa. Es fácil pagar con tarjeta o con el móvil y muchos establecimientos ofrecen este servicio. Además en los aparcamientos suele haber plazas para cargar y puedes visitar puntos de interés mientras cargas el coche.

El vehículo que nos ha dejado la familia de la casa de intercambio es un Nissan XXX un modelo sencillo y con una autonomía de unos 250 km. Puede parecer poco pero para nosotros ha sido suficiente para la ruta de hoy. Hemos cargado para hacer la prueba aprovechando nuestra pausa para comer en Norheimsund y el viaje ha resultado estupendo.

 

Hemos hecho un recorrido desde Bergen que también podéis hacer con los autobuses 925 y 930 que salen desde la estación de Asane. Nos hemos dirigido al fiordo de Hardanger o Hardangerfjord y hemos visto 3 cascadas: Mørkhølsfossen, Fossen Bratte y Steinsdalsfossen.

Mørkhølsfossen

Esta cascada se encuentra en el municipio de Voss, en el condado de Vestland y te sorprenderá por su caída imponente. La cascada cae en un desfiladero junto a la carretera, creando un espectáculo visual impresionante. Hay un aparcamiento justo al lado con baños públicos y un merendero muy agradable.

Fossen Bratte

También conocida como Brudesløret (el «velo de la novia»), Fossen Bratte está situada cerca del pueblo de Eikedalen, en el municipio de Samnanger, condado de Vestland. Para visitar esta Cascas necesitarás un poco más de tiempo porque puedes bajar el sendero hasta alcanzar su base donde hay unas mesas de pícnic y, también, puedes seguir la carretera de la antigua mina para alcanzar el punto del salto de agua.

Fossen Bratte tiene una caída vertical impresionante de aproximadamente 80 metros. Es visible desde la carretera, lo que la hace fácilmente accesible para los visitantes. El agua cae en una serie de saltos, creando un efecto de velo. Es especialmente impresionante en primavera y principios de verano, cuando el deshielo incrementa el flujo de agua. Junto a la carretera Hay un cómodo aparcamiento con baños públicos.

Steinsdalsfossen

Se sitúa cerca del pueblo de Norheimsund, en el municipio de Kvam, condado de Vestland. Esta es una de las cascadas más populares y accesibles de Noruega, con una caída de 50 metros. Una característica única de Steinsdalsfossen es que los visitantes podemos caminar por un sendero que pasa detrás de la cascada sin mojarnos, ofreciendo una perspectiva única y emocionante del agua cayendo. En esta cascadas encontrarás un punto de información sobre la región, aseos, cafetería y tienda de recuerdos.

Tras ver estas cascadas nos dirigimos hasta Norheimsund para dar un paseo y comer en el jardín situado junto a la playa. Después se puso a diluvia y decidimos seguir nuestra ruta. Dejamos por visitar el Fartoyvernsenter, un museo sobre construcción de barcos de madera que muestra esta técnica que aún sigue activa gracias a su labor. Si dispones de tiempo, no dudes en acercarte.

Nosotros continuamos nuestra ruta hasta Kvanndal. Desde aquí, se puede tomar un ferri en dirección a Utne donde hay un museo de folclore y música. Nosotros empezamos aquí nuestra ruta de regreso a nuestra casa de intercambio en Bergen.

El fiordo de Hardanger, conocido como Hardangerfjorden, es uno de los fiordos más impresionantes y accesibles de Noruega. Es el segundo fiordo más largo de Noruega y el cuarto más largo del mundo, con una extensión de aproximadamente 179 kilómetros. Está rodeado de montañas escarpadas, cascadas tan espectaculares y bonitas como las que vimos nosotros. Además, cuenta con frondosos huertos de manzanas, ciruelos y cerezos. Además se produce sidra y hay varias granjas que ofrecen catas.

 

En la orilla oriental del fiordo está el sendero de Trolltunga, uno de los más icónicos de Noruega, por las vistas que ofrece del fiordo de Hardanger. Pero hay muchos otros senderos en toda la región. Algunos son sólo accesibles en barco.

Hay varios ferris y cruceros que recorren el fiordo. Puedes reservar directamente en Bergen una excursión de un día pero también puedes ir por libre y contratarlo en alguno de los pueblos. La opción más sencilla es tomar alguno de los ferris que conectan los pueblos. Deberás llegar a la zona de embarque con tu coche y subir. Los operarios te cobrarán el viaje. Aunque no sea un recorrido tan completo, si será más económico.

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