Cada una de las regiones de Francia tiene un encanto especial y único. Este país tiene tantos atractivos que es difícil no quedarte con la sensación de ir picoteando como una abeja que va de flor en flor pero que se deja muchas otras flores por saborear. Desde nuestra casa de intercambio (IntercambioCasas) en Ville d’Avray -cerca de Versalles– decidimos hacer una escapada hacia Normandía tras haber pasado varios días visitando París y sus alrededores. Así que metimos nuestra tienda de campaña en el coche, llenamos nuestra mini-despensa para el camping y salimos dirección al noroeste.
Nuestra primera parada fue GIVERNY para visitar la casa del pintor Claude Monet y sus bellos jardines. Los cuadros de este pintor impresionista nos cautivan por su belleza y su delicadeza. Nos llamó la atención la cantidad de visitantes japones que había. La atracción que ejerce en ellos probablemente viene también de la fijación que el mismo Monet tenía por la pintura japonesa: las paredes de su casa están cubiertas de preciosas láminas del arte nipón acompañadas de cuadros de artistas contemporáneos a Monet.
El luminoso estudio en el que pintaba con hermosas vistas al jardín, su agradable habitación, el precioso comedor amarillo y la cocina azul, todo en su casa es acogedor. Pero, sin duda, donde más disfrutamos junto a nuestros hijos fue paseando por el florido jardín mientras nos maravillábamos observando los centenares de flores embargados por su perfume. Ferrán -que en este viaje ha empezado a disfrutar con la fotografía- iba tomando instantaneas de cada flor. El colofón al paseo lo pone el famoso estanque con nenúfares que Monet mismo cuidaba y que tantas veces pintó en sus cuadros inolvidables. Nos sentimos como en esa escena en la que Mary Poppins y sus amigos se introducen en un cuadro para vivir sensaciones fantásticas.
Posteriormente acudimos a ROUEN (Ruan) para pasear al atardecer. Qué ciudad! Una ciudad cuyo centro está pensado para el transporte público, las bicicletas y los peatones. Grandes edificios de ladrillo del siglo XIX dominan el «ensanche» mientras las típicas casas de madera de los siglos anteriores han sobrevivido al paso del tiempo en el barrio más antiguo. La ciudad en la que Juana de Arco fue juzgada y quemada en la hoguera tiene hoy un estupendo museo que cuenta las aventuras y desventuras de esta mujer cuya biografía no deja indiferente a nadie. Sus bonitos comercios y sus cafés invitan a pasear y descansar en cualquiera de ellos. Su increíble catedral es la más elevada de Francia gracias a su enorme «fleche» -la aguja de 151 metros- que domina la ciudad junto a otras bellísimas iglesias que se iluminan al anochecer. Para cenar nos dejamos cautivar por una de las creperías de la ciudad y disfrutamos de las deliciosas «galettes» normandas (creps de harina de trigo sarraceno).
Seguimos camino hacia la costa atlántica donde acampamos. Aprovechamos para visitar alguno de los bonitos pueblos normandos como Pont-Audemer y Honfleur. Disfrutamos paseando por sus calles y comprando la comida para nuestros picnics en las panaderías y charcuterías que ofrecen suculentos panes, bollería, embutidos y platos preparados propios del mejor gourmet. En Honfleur alucinamos con la cantidad de turistas que invaden la ciudad -sobre todo franceses- ya que está situada en un precioso enclave junto al mar. Aprovecha la temporada turística a lo grande. Es uno de los lugares más caros que hemos visitado y cuenta con unas galerías de arte espectaculares. Nos limitamos a observar y localizamos la casa del músico Erik Satie que nació aquí en 1866.
No pudimos resistirnos a la tentación de viajar hacia el norte unos 50 kilómetros más recorriendo la «Cote d’Albatres» para ver la puesta de sol en Etretat admirando sus increíbles farallones o acantilados con el precioso arco «ojo de aguja» de creta blanca elevándose desde el mar. Aparcamos junto a la preciosa ermita y preparamos nuestro picnic tras hacernos las típicas fotos. El lugar es mágico y contemplar las vistas junto a nuestros hijos mientras el sol se ocultaba por el oeste fue un regalo fantástico. El lugar se fue quedando en silencio y nos despedimos casi solos de la increible costa de Etretat soñando despiertos y deseando poder regresar…
Nuestro viaje no se acaba aquí… Continuó hacia el oeste recorriendo la costa de Normandia y su historia más reciente. Visitamos el área de la costa del desembarco entre Honfleur y Carentan. Después nos dirigimos a Mont Sant Michel…
ALGUNOS DATOS PRÁCTICOS:
CAMPINGS EN FRANCIA: web oficial
CAMPINGS MUNICIPALES EN FRANCIA: web oficial
CAMPING EN PONT-AUDEMER: Camping Rislei Seine les Etangs
COMER: se puede comer por un precio adecuado en las creperías y muchas «brasserie» de la región aunque no olvidéis que las bebidas alcohólicas son bastante caras y en los cafés también. Siempre se ofrece agua de grifo para beber. Una buena opción es aprovechar la comida preparada que se vende en las charcuterías, sus embutidos y asomarse a las «boulangerie» (panaderías) para completar vuestros picnics.
PUENTE DE NORMANDÍA: desde Honfleur se accede al enorme puente de más de 2 km de longitud que cuesta un peaje de algo más de 5 € (depende del tipo de vehículo como en todas las autopistas de Francia)
VISITAR ETRETAT: vale la pena acudir al atardecer cuando ya hay pocos visitantes en el pueblo. Durante el día, hay que aparcar a las afueras y caminar un buen trecho para llegar hasta la playa y después subir hasta la ermita situada en los acantilados del extremo norte de la playa. Junto a la ermita hay un pequeño parking que suele estar lleno.
En nuestro viaje con niños por Francia, esta ruta por Normandía nos encantó: Rouen, Giverny, Etretat, Le Havre, Honfleur, Pont-Audemer…. y se quedaron muchos lugares en la lista de deseos que esperamos visitar pronto en otro viaje con niños.
Tengo un ilusionante sentido de la vida. Estoy convencida de que las personas podemos cambiar el mundo trabajando personal y localmente a través de proyecto colaborativos. Me gusta compartir con mi familia experiencias motivadoras y enriquecedoras. Y difundir algunas de ellas en este blog sobre «nuestro viaje por la vida».
Me.encanta vuestro post, me resulta muy util pensando en nuestro proxima salida que si no.hay cambios, sera ala Normandia… que ganas tengo!!! Por cierto, habeis estado en la.zona de Alsacia? Muchas gracias
Hola Ana! Muchas gracias por tu comentario (perdona que hayamos tardado en conestarte, andamos un poco desconectados…). Normandía es un destino fantástico en todos los sentidos y un gran lugar para aprender, disfrutar y también para relajarse. Nosotros esperamos volver con más calma.
Respecto a Alsacia, no hemos ido en familia, pero yo fui hace bastante tiempo y tengo grandes recuerdos. Es también uno de nuestros destinos previstos!!
Un fuerte abrazo y felices viajes!
Myriam