ESTOCOLMO, ESTA VEZ, SIN NIÑOS
Cualquier excusa puede ser buena para viajar y, esta vez, ha sido colaborar con un programa de intercambio de mi instituto. He acompañado a las profesoras responsables del programa a Estocolmo y a los 63 alumnos de 4º de E.S.O. que viajaban para pasar una semana en casa de otras tantas familias suecas. El intercambio está planeado con diversas actividades para que nuestros alumnos conozcan la ciudad y la vida en este país. No fue fácil decidirme a dejar a mi familia durante una semana en casa pero el esfuerzo bien ha valido la pena.
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