YO NUNCA FUI A LA ESCUELA

,
YO NUNCA FUI A LA ESCUELA

Un aprendizaje vivo está profundamente enraizado en lo cotidiano: no conoce tarifas «estudiante» ni versión «pro», no tiene fecha de puesta en marcha o fecha de caducidad, funciona desde el principio; su metodología no conoce jerarquías ni cronologías. No pasa a un segundo plano durante el descanso para comer ni a la hora de ir al cine; se afina, se ensancha, se especifica sobre el terreno; forma desde el principio parte de nuestros días y de nuestras noches. La mente siempre está atenta, siempre alerta, encontrando de qué alimentar el aprendizaje a lo largo de la vida, en cada página de un li ro, en cada escena de una película, encontrando analogías, construyendo metáforas y concordancias para afirmarse («es como», dicen los niños…), transformando, con algunos matices de actitud, los gestos más anodinos en gestos centrados, tendiendo siempre puentes entre los diferentes aprendizajes en curso, utilizando unos para ir hacia otros, rebotando, tejiendo una tela con un patrón cada vez más sólido,  más claro, más personal.

André Stern

Enviar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Habilidades

Publicado el

31 marzo, 2016

Pin It on Pinterest