LA ESCUELA CARACOL: UNA ESPIRAL MÁGICA

LA ESCUELA CARACOL: UNA ESPIRAL MÁGICA

Nuestra llegada a San Marcos la Laguna (Guatemala) fue un poco accidentada. Pero la visión deslumbrante, al día siguiente, del Lago Atitlán y de los volcanes que lo envuelven sanó nuestro maltrecho espíritu viajero. Una vez más, comprobamos en nosotros mismos la verdad fundamental de uno de los principios que anima la pedagogía Waldorf: que la belleza natural sana y da alivio al alma humana. Así fue nuestro viaje hasta la Escuela Caracol.

El lago Atitlan y el volcán San Pedro desde el muelle de San Marcos la Laguna

Llegamos a la Escuela Caracol el 25 de octubre, justo para su querida Fiesta del Jocote y los Barriletes. Nuestro primer contacto con esta comunidad educativa fue, pues, en un contexto festivo, con un marcado acento local, ya que esta fiesta no figura en el calendario de fiestas de la pedagogía Waldorf, sino que se asocia a dos elementos que identifican a esta región: el fruto del jocote, que se recolecta en esta época, y los barriletes, las cometas de fabricación casera que confeccionan los niños y que hacen volar entre los árboles, sobre las empinadas laderas volcánicas que flanquean el lago. (más…)

¿POR QUÉ OS GUSTA VIAJAR? LA FIESTA DE SAN MIGUEL

¿POR QUÉ OS GUSTA VIAJAR? LA FIESTA DE SAN MIGUEL

En nuestra segunda jornada en la Green Meadow Waldorf School de Nueva York, teníamos previsto iniciar la mañana con la lección de Historia en 7º Grado. Pero, una vez en la escuela, nos encontramos con que 6º, 7º y 8º grados tienen un ensayo en el patio para la fiesta de San Miguel, prevista para ese mismo viernes. Rápidamente, los tres grupos se distribuyen en la explanada que da acceso al recinto de la escuela. Moverse de una actividad a otra, viajar, es habitual en estas escuelas.

Los de 8º Grado, dirigidos por su tutora y la maestra de Música, se distribuyen por la escalera de acceso, sentados, con los instrumentos de percusión: tambores, timbales, triángulos, xilófonos, triángulos… incluso con un gran gong. Mientras, dirigidos por su tutora y por el maestro de Movimiento, los de 7º Grado se ubican en semicírculo, en la explanada, cada uno con un tubo de bronce en la mano de un metro de longitud, preparados para interpretar una coreografía. Y, a un lado, siguiendo las instrucciones de su tutora, los de 6º Grado se esconden en el interior del cuerpo de un gran dragón hecho de cartón y tela. (más…)

WALDORF SAN CRISTÓBAL: TRAS LA ESPADA DEL ARCÁNGEL

WALDORF SAN CRISTÓBAL: TRAS LA ESPADA DEL ARCÁNGEL

San Cristóbal de las Casas es una ciudad de abolengo: sus calles empedradas, sus casas señoriales y sus iglesias de colores del s. XVIII testimonian su historia. A las afueras de la ciudad, entre bosques y casas despedigadas, se encuentra la Escuela Waldorf San Cristóbal.

Iglesia de Guadalupe en San Cristóbal

Pero, además, la ciudad conserva vivo el espíritu de la comunidad indígena cuyas raíces se hunden en los tiempos inmemoriales de Chiapas. Paseando por sus calles es normal cruzarse con miembros de dicha comunidad, fáciles de distinguir por su vestir o por su lengua. (más…)

ESCUELA PAPALOTES: UNA COMUNIDAD VIVA E ILUSIONADA

ESCUELA PAPALOTES: UNA COMUNIDAD VIVA E ILUSIONADA

Puerto Escondido es una pequeña ciudad del sur de México, en la costa del océano Pacífico. Sin mucha historia, pero con bellas playas y olas de ensueño que atraen a turistas románticos y fanáticos del surf. El entramado de la ciudad, aún a medio hacer, está repleto de restaurantes y hoteles para atender las oleadas de visitantes que invaden la ciudad en los periodos vacacionales. Entre ola y ola, Puerto Escondido permanece tranquilo y risueño, sin más preocupaciones para sus vecinos que las tormentas tropicales o la protección de las tortugas que anidan en sus costas. Nosotros hemos venido para conocer la Escuela Papalotes.

Puesta de sol en una de las playas de Puerto Escondido

A nosotros nos ha traído hasta aquí una escuelita incipiente: Papalotes. La puso en marcha hace siete años un grupo de familias, en su mayoría turistas extranjeros que quedaron prendados de este lugar en alguna visita aparentemente efímera y que decidieron instalarse aquí y educar a sus hijos en este rincón singular de la geografía mexicana. Preocupados por las necesidades de sus hijos e hijas y desconfiados respecto a las posibilidades de que fueran debidamente atendidas por el sistema educativo público de México, buscaron una maestra dispuesta a desarrollar un proyecto educativo alternativo inspirado en la pedagogía Waldorf. (más…)

UNA ESCUELA SENCILLA EN UN ENTORNO URBANO

UNA ESCUELA SENCILLA EN UN ENTORNO URBANO

Aún es temprano. Tenemos cita a las 8:00 h en la Escuela Waldorf de Ciudad de México: una escuela sencilla en un entorno urbano. El taxi que nos lleva a la escuela avanza con dificultad por las calles de esta inmensa urbe de nueve millones de habitantes congestionada, a estas horas, por el ingente tráfico.

Puerta de entrada a la Escuela Waldorf Ciudad de México

A las 8:05 h, el taxi nos deja ante un inmueble que más parece el almacén de una empresa que una escuela. Dos padres que platican ante la puerta tras haber dejado a sus hijos en la escuela nos confirman que es el lugar que buscamos. En la fachada hay un cartel de la Secretaría de Educación Pública (la SEP) advirtiendo a las familias que den parte de cualquier irregularidad que detecten en el centro educativo. Es un primer indicio del estricto control que el gobierno mexicano ejerce sobre la educación privada, minoritaria en el país. (más…)

UNA ESCUELA PARA VIVIRLA

UNA ESCUELA PARA VIVIRLA

La Green Meadow Waldorf School de Nueva York no es sólo una escuela: es una comunidad antroposófica. La antroposofía es la doctrina filosófica que desarrolló Rudolf Steiner, a principios del siglo XX, como una ciencia espiritual destinada a enmendar el enfoque estrictamente materialista de la ciencia contemporánea. Desde sus mismos comienzos, la antroposofía se aplicó a ámbitos tan diversos como la medicina, la agricultura o, por supuesto, la educación. Así se genera una escuela para vivirla.

Clase de lengua española

El hecho de que los límites físicos de la Green Meadow Waldorf School sean difusos, sin vallas ni señalizaciones claras, se debe a que la escuela se imbrica de un modo fluido y natural con su entorno, en el cual se asienta la comunidad antroposófica que acoge a la escuela. Así fue nuestro primer día en esta escuela. (más…)

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