Cuando viajas por primera vez a una gran ciudad en la que no has estado nunca -o quizá estuviste hace tanto que parece otra vida- es inevitable que surjan dudas o miedos sobre la experiencia que está por venir. Es por ello que, antes de hacer este viaje a Londres con niños planificamos y leímos la información de varios bloggers que nos ayudaron a tener una idea de qué podíamos esperar y qué nos gustaría hacer.

Cerca de Kensington Gardens

Hemos pasado 5 días completos en la ciudad y hemos exprimido al máximo las horas. Es curioso porque, lo mejor de viajar fuera es sentir que puedes adaptarte fácilmente a los nuevos lugares que visitas y que, obviamente, si te dejas llevar, todo resulta mucho más sencillo. Viajar a Londres con niños es un viaje muy recomendable, ahora podemos confirmarlo nosotros mismos.

Esta ciudad no hay quien se la acabe. ¡Es verdad! Como cualquier gran urbe siempre te quedas con ganas de más y te vas con la sensación de que sólo has sobrevolado alguno de sus atractivos. En nuestro canal de youtube podéis ver los vídeos que hemos hecho sobre nuestra estancia.

Intentaremos contaros en diversos posts los detalles de los lugares que hemos visitado, ahora os dejamos nuestras ideas más frescas e intuitivas, las sensaciones que nos deja esta fantástica ciudad. Os escribimos desde el avión que nos lleva a casa. Sobrevolamos Londres y soñamos que somos Mary Poppins, Peter Pan o cualquier otro conocido personaje de ficción capaz de disfrutar de la ciudad desde el cielo.

Meridiano de Greenwich

1. El transporte público de esta ciudad es fantástico

Una de las cosas que más nos ha sorprendido es la frecuencia de autobuses, trenes y metros que permiten trasladarte de un lugar a otro de la ciudad. Al planificar nuestro viaje habíamos pensado coger un ticket «hop on hop off» para un par de días y así recorrer la ciudad más comodamente.  Es una buena opción cuando viajas a Londres con niños pequeños. Esto implicaba comprar billetes para los cuatro por un precio cercano a 100€.

En el Museo del TRansporte de Londres

Pero, una vez en la ciudad, elegimos usar la Oyster Card. Los menores de 11 años no necesitan porque viajan gratuitamente en todos los transportes de la ciudad. Solo activamos dos y con unos 50 € nos hemos movido toda la semana sin problemas. Tened en cuenta que compensa siempre usar el bus porque tiene un precio fijo de 1,5 £ -y es mucho más barato que el metro- y, además,  es superdivertido recorrer la ciudad en los modernos autobuses rojos de dos plantas. A Ferran y Ernest les ha encantado. Podéis adquirir la tarjeta al llegar al aeropuerto. Otra alternativa es la Travel Card (se requiere foto carnet) que interesa si váis a estar más de una semana. Podéis valorar ambas opciones aquí.

Trafalgar Square

2. Es un placer caminar por Londres con niños

Esta es una ciudad de actividad incesante. Cada barrio es particular y os encantará descubrirla a pie o en sus autobuses de dos plantas. Es difícil elegir que zona nos ha gustado más… Sin duda, caminar por la ribera del Támesis es una delicia. La adecuación que se ha hecho de los jardines, paseos, terrazas… todo invita a disfrutar, a admirar las antiguas y modernas construcciones, a divertirse con los artistas callejeros y relajarse. Sin coches, los niños pueden jugar libremente y, nosotros pasear. Desde el Puente de la Torre al Puente del Milenio y más allá.

Hemos caminado por Notting Hill al anochecer y por Camden Town. Sin duda nos quedamos con el paseo por Little Venize. El precioso canal que recorre el norte de Regent’s Park (donde también está el zoológico de Londres). No os lo podéis perder y, si queréis, podeis tomar una de las barcazas que navegan el canal. Sus exclusas son fuente de interés para ingenieros aficionados como nosotros. Y, además, el distrito financiero, los enormes nuevos rascacielos que se apretujan unos a otros entre los antiguos y bellos edificios de estilo clásico.

Paseando por South Bank o Queen’s Walk

3. Los jardines y parques son más que un pulmón para la ciudad: London’s Royal Parks

Londres está llena de jardines bien cuidados que son un espacio ideal para descansar y relajarse. Además cuentan con bares y terrazas con un buen servicio de restauración donde tomar el lunch, un helado o un café. Cuando vengáis a Londres con niños no podéis dejar de incluirlos en vuestra agenda.

Siempre hay zonas de juegos para los más pequeños,  lagunas donde alquilar barquitas y animales con los que entretanerse. Nos han gustado especialmente Kensington Gardens y Regent’s Park. Reservad algun momento de vuestro viaje a Londres con niños para descansar y relajaros en ellos.

4. La gente es colaboradora y amable

Londres es una ciudad llena de vida y actividad. Mucha gente se mueve arriba y a abajo sin parar. A pesar de sus prisas, parecen atentos a los turistas y a ayudarnos cuando detectan que tenemos cualquier duda o que podemos estar perdidos. Nos ha gustado observarles viajando en el autobús,  trabajando en las oficinas o en cualquier otro lugar. Descansando en cualquier café. En las estaciones de metro siempre hay personal encargado de ayudar a los despistados, no dudéis en consultar.

Paseando por Camden Town

Una cosa que os facilitará mucho el viaje es que, en la mayor parte de establecimientos donde se atiende al público, hay jóvenes chicas y chicos españoles emigrantes trabajando. También sudamericanos. La situación en nuestro país les ha obligado a irse y se han sumado a la comunidad de esta ciudad cosmopolita. Hemos intercambiado algunas conversaciones con ellos. No saben cuándo volverán pero dicen que las condiciones laborales aquí son mucho mejores que en España donde, lamentablemente, no se les ofrece nada digno ni justo… El castellano está muy presente en esta ciudad.

5. La ciudad está en plena renovación

Londres nos ha transmitido que está en plena renovación. Es algo que ya empezó hace años pero continúa más activamente que nunca. Si vienes a Londres con niños te entretendrás mucho observando los nuevos edificios que han sido o están siendo construídos. Paredes de cristal, colores alegres y vivos que, suponemos, intentan dar un poco de alegría a los grises días de invierno. Ascensores transparentes que suben y bajan, nuevas construcciones de estilo futurista.

6. Los museos están abarrotados y la información está en inglés

Cuidado con la visita a los grandes museos, a los más famosos, están abarrotados. Es mejor elegir las primeras horas de la tarde y visitarlos hasta el cierre que no hacerlo a primera hora de la mañana.  Tened en cuenta que muchos de ellos son gratuítos y son visitados por muchas familias con niños.
A nosotros nos ha encantado especialmente el Museo de Londres. Había poca gente, se visitaba tranquilamente y hacía un recorrido interesante por la historia de la ciudad. Además era un museo de dimensiones adecuadas para recorrerlo sin sentirte extenuado. Recomendable para niños a partir de 6-7 años.

En el Museo de Historia Natural junto a uno de los fósiles de Mary Anning

Los museos están muy bien diseñados para poder aprender de manera intuitiva. Hay muchas zonas pensadas para que los más pequeños de la casa puedan jugar y aprender. Ten en cuenta que la información está exclusivamente en inglés y raramente se ofrece información en otros idiomas. Sólo se nos ha ofrecido una audioguía en castellano en la visita al Observatorio de Greenwich (incluídas en el ticket de acceso) y, previo pago, en la Torre de Londres.

La Torre de Londres aloja las Joyas de la Corona

7. Comprad siempre las entradas «on-line»

Comprad previamente las entradas para los lugares más turísticos que queráis visitar. Sí o sí. Si venís a Londres con niños, solos o acompañados,  en cualquier caso, os facilitará muchísimo vuestras visitas. Reducirá los tiempos de espera y os ayudará a reducir un poco los precios. Casi siempre hay precios especiales para familias que reducen entre un 10 y un 15% el precio de las entradas.

Recibiendo los rayos de sol en la terraza del Sky Garden

8. No dejéis de subir a un lugar elevado para ver las vistas de la ciudad desde las alturas

La mejor opción, para nosotros, es reservar un ticket para el Sky Garden situado en el piso 35-36 de este edificio llamado también «walkie-talkie». Las entradas se ponen a la venta cada lunes para la semana siguiente y hay que estar atento si no quieres quedarte sin ellas. Otra buena opción, es hacer una reserva para desayunar, comer o cenar en alguno de sus bares y restaurantes. Nosotros optamos por esta opción y desayunamos en el Sky Pod Bar. Nos encantó porque a esa hora hay mucha menos gente y fue un gustazo desayunar allí arriba los cuatro antes de que llegase la marabunta.

También os aconsejamos subir al Monumento del gran incendio o la Columna, muy cerca del Sky Gardens. Subir sus 300 escalones y disfrutar de las vistas a media altura del río y los edificios circundantes.
Por último, la opción más divertida es comprar las entradas para la noria del London Eye. Obviamente también implicará hacer largas colas. Junto a la zona de acceso hay un jardín infantil y el paseo del río está lleno de atractivos, por lo que es fácil entretener a los niños mientras uno de los adultos hace la cola. En cualquier caso, consultad la previsión meteorológica antes de hacer la reserva. Nosotros solo teníamos un día de sol asegurado y ese fue el día para subir a las alturas. ¡Acertamos pleno!

Cambio de la guardia en la Torre de Londres

9. En Londres se come muy bien

Os dirán que los precios son caros para nosotros pero lo cierto es que hay muchas opciones de comidas de diversos lugares del mundo a precios muy adecuados. Las cafeterías de los museos ofrecen muy buen servicio de dulces y diversos platos. A nosotros nos gustó especialmente la del Museo Naval en Greenwich y también la del Museo de Londres y… los dulces del Museo de Historia Natural estaban deliciosos!  Hemos encontrado opciones de menús para vegetarianos.

En la cafetería del Museo de Londres

En todos los museos hay espacios reservados para hacer picnic y se puede llevar vuestra propia comida. Si el día es soleado, hay muchos jardines y parques preciosos. Utilizad los servicios de «take away» para hacer un sabroso picnic en cualquier jardín. Comida india, china, japonesa o un delicioso «fish and chips». Las opciones son tantas como paladares y, como no, siempre nos queda el picnic casero o comprado en cualquier supermercado de la ciudad.

10. No queríamos volver a casa

Nos ha faltado visitar y conocer muchas cosas. Nos hemos quedado con las ganas de seguir la ruta de las placas azules. Un recorrido por la ciudad buscando estas placas que conmemoran la relación entre un personaje histórico importante y el lugar en el que residió. Nos hubiera gustado tener más tiempo para recorrer la ciudad a pie y, especialmente, el río. Subir a la cafetería de la Tate Gallery, por ejemplo, o poder ver el Big Ben sin andamios… Una escapada de pocos días como esta siempre te deja con ganas de más, pero eso es buena señal: nos ha gustado esta ciudad y nuestros hijos han disfrutado mucho.

El Puente de la Torre es uno de los iconos de la ciudad

NUESTRO PRESUPUESTO

El principal gasto de un viaje suele ser el alojamiento, en nuestro caso hemos utilizado el intercambio de nuestra casa con la web IntercambioCasa. Si esta aún no es vuestra opción y buscáis un hotel, os aconsejamos el Premier Inn London City Aldgate que en booking puedes reservar sin penalización en caso de cancelación. Ofrece habitaciones para familias a buen precio si reservas con tiempo y está muy bien situado. Nosotros elegimos esta opción por si no conseguíamos casa de intercambio pero, finalmente, cancelamos la reserva.

 

Es interesante utilizar el LondonPASS o el London Explorer Pass si las atracciones incluídas son de vuestro interés. Haced cálculos y valorarlo, en nuestro caso no nos compensaba pero vale la pena estudiarlo. Si vuestro viaje va más allá de la capital, también os puede interesar el English Heritage Pass. Nosotros lo utilizamos en nuestro viaje a Escocia y mereció mucho la pena.

MUSEOS Y ATRACCIONES VISITADAS (precios totales para 2 adultos y 2 niños, en algunos casos lo niños no pagan):

Greenwich Observatory + Cutty Sark: 49 £                              Barco The Golden HInde: 12 £

Down House (casa de Charles R. Darwin): 32 £                      Museo del Transporte: 35 £

Torre de Londres: 62 £                                                                Monumento del Gran incendio: 15 £

London Eye: 88 £

En el Museo de Historia Natural

NUESTRA AGENDA

DÍA 1. Greenwich

Visitamos el Observatorio se Greenwich, su museo y el precioso barco Cutty Sark (era petición de Ernest). Además recorrermos el Museo Marítimo Nacional después de comer.
Por la tarde vamos con nuestro coche alquilado hasta Down para visitar la casa de Charles R. Darwin.

DÍA 2. La Torre de Londres

Ferran tenía especial interés en visitar la Torre de Londres y poder ver las joyas de la Corona. Por la tarde recorremos South Bank por el Paseo de la Reina (Queen’s Walk), encontramos el barco del Pirata Drake «The Golden Hide» atracado en dique seco. Caminamos por el Puente del Milenio y el Puente de la Torre.

DÍA 3. El centro de la ciudad

Caminamos por la ciudad. Encontramos el Big Ben oculto por andamios. Recorremos Westminster y sus alrededores hasta Buckingham Palace. Vamos a Covent Garden para visitar el Museo del Transporte. Además del barrio chino, Piccadilly y Leicester Square.

En la ciudad encontraréis monumentos a personas relevantes de nuestra historia

DÍA 4. Día de museos

Son muchos los museos de la ciudad y por eso seleccionamos algunas de las salas que queremos visitar en el Museo de Historia Natural y el Museo de la Ciencia. Descansamos en Kensington Gardens y terminamos el día cenando en Notting Hill.

DÍA 5. Londres desde el cielo

El pronóstico prometía sol y se cumplió. Habíamos reservado este día para ver Londres desde las alturas con nuestras entradas para el Sky Pod Bar del Sky Garden y el London Eye. Además fuimos hasta Camden Town y recorrimos el canal de Little Venize. Disfrutamos también de la tarde en Regent’s Park.

Disfrutando de las vista de la ciudad desde el Sky Garden

DÍA 6. Museo Horniman

Última mañana en Londres con niños que aprovechamos para disfrutar de los jardines y el Museo Horniman, en Forest Hill (Dulwich Village), cerca de nuestra casa de intercambio donde nos hemos alojado.

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LONDRES: LA CIUDAD DE LOS MUSEOS

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