ENSENYAR AMB LA BOCA TANCADA

ENSENYAR AMB LA BOCA TANCADA

Quan algú et diu una idea, simplement està contribuïnt al conjunt de lamteua experiència. Si tu ja tens la idea, pots assimilar-la sense pensar i continuar. Si no tens la idea, pots (a) ignorar-la,  (b) mal interpretar-la de manera que s’assemble a una idea que tens o (c) parar-te a pensar-hi. Aquesta tercera possibilitat és l’únic cas en què el flux de l’experiència s’interrom i comença la reflexió. Però perquè la comunicació siga reeixida en aquest cas, has de desenvolupar la idea tu mateix (reorganitzar el teu pensament previ). Si ho aconsegueixes, pot semblar que l’altra persona et va donar la idea. Però aquesta aparença és enganyosa. L’altra persona només va posar les condicions perquè tu construïres la idea tu mateix. Si això és «donar», és un donar indirecte. Cap persona, segons Dewey, no pot transmetre directament una idea a una altra persona. […] Les persones només aprenen pensant per elles mateixes; la tasca del professor és posar les condicions que provoquen el pensament.

Don Finkel

YO NUNCA FUI A LA ESCUELA

YO NUNCA FUI A LA ESCUELA

Un aprendizaje vivo está profundamente enraizado en lo cotidiano: no conoce tarifas «estudiante» ni versión «pro», no tiene fecha de puesta en marcha o fecha de caducidad, funciona desde el principio; su metodología no conoce jerarquías ni cronologías. No pasa a un segundo plano durante el descanso para comer ni a la hora de ir al cine; se afina, se ensancha, se especifica sobre el terreno; forma desde el principio parte de nuestros días y de nuestras noches. La mente siempre está atenta, siempre alerta, encontrando de qué alimentar el aprendizaje a lo largo de la vida, en cada página de un li ro, en cada escena de una película, encontrando analogías, construyendo metáforas y concordancias para afirmarse («es como», dicen los niños…), transformando, con algunos matices de actitud, los gestos más anodinos en gestos centrados, tendiendo siempre puentes entre los diferentes aprendizajes en curso, utilizando unos para ir hacia otros, rebotando, tejiendo una tela con un patrón cada vez más sólido,  más claro, más personal.

André Stern

SOBRE EDUCACIÓN

SOBRE EDUCACIÓN

Esto es lo esencia: hagamos que el trabajo escolar les parezca importante a los alumnos y trabajarán con entusiasmo. Pero si presentamos un trabajo demasiado sencillo, comprenderán casi instintivamente que no les damos lo que realmente vale la pena darles. A los muchachos y muchachas inteligentes les gusta luchar con las dificultades. Con una buena enseñanza y la eliminación del miedo, muchos muchachos y muchachas que ahora parecen estúpidos y dormidos serían inteligentes y despiertos.

Durante la educación, la iniciativa debiera partir en lo posible del alumno. Mme. Montessori ha demostrado cómo puede hacerse esto con niños muy pequeños, aunque con mayores se requieran métodos diferentes. Yo creo que está generalmente reconocido por los educadores progresistas que debiera haber mucho más trabajo individual y mucho menos trabajo eb clase de lo que se acostumbra, aunque el trabajo individual se realizase en una habitación llena de muchachos y muchachas entregados a la misma faena. Las bibliotecas y los laboratorios tendrían que ser espaciosos y adecuados. Una parte considerable del trabajo diario debería realizarse aislado, con un estudio voluntario y autónomo, pero el alumno tendría que escribir una relación de lo que está estudiando, con un extracto de conocimientos adquiridos.

Bertrand Russell

EDUCAR EN EL ASOMBRO

EDUCAR EN EL ASOMBRO

¿Conclusión? Los métodos mecanicistas han triunfado durante años porque eran útiles y todo lo que es útil no se cuestiona… hasta que deja de serlo, claro. Ahora, estamos en un momento clave. Los momentos de crisis son momentos privilegiados para cuestionar los sistemas, entre ellos el sistema educativo. O bien nos dedicamos a buscar otro modelo educativo mecanicista que nos resuelva los problemas  a corot plazo, o bien ponemos en cuestión este modelo y devolvemos al niño el protagonismo de su educación. Educar en el asombro es optar por lo segundo.

Estamos en una cruzada por la libertad, pero nunca ha habido tanta gente «teledirigida» en su vida «por lo que se lleva», en busca de su propia identidad. No hay libertad sin voluntad. No hay voluntad sin motivación que nace desde dentro. Pero tan solo será sostenible la motivación si es auténtica, si radia desde el interior de cada ser humano, si nace en el corazón y en la inteligencia, movida por el asombro. ¿No sería esta capacidad de asombro lo que nos hace ser «más personas», porque actuamos por convicción, por nosotros mismos, sin ser esclavos de una fuente de motivación externa?

Catherine l’Ecuyer

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