FROM DELHI TO KALKA

FROM DELHI TO KALKA

Cada vez que mi mente viaja a India se remueven en mí todos los sentimientos contradictorios que sentí durante los 30 días que recorrimos el noroeste de aquel país. India es uno de los destinos más atractivos del mundo: su cultura, su historia, sus religiones, sus paisajes… Todo llama al viajero. Pero todo viajero sabe, antes de viajar a India, que deberá lidiar con muchas situaciones difíciles debido a los enormes desequilibrios sociales entre las personas que allí conviven. Los visitantes digieren estas situaciones de múltiples maneras: todas ellas son comprensibles y aceptables, probablemente todas son humanas. 

Para nosotras fue probablemente la experiencia viajera más dura, fue un esfuerzo psicológico permanente y, en absoluto fueron «vacaciones». Debió pasar mucho tiempo, tras nuestro regreso, para poder hablar sobre aquel viaje. En nuestro álbum fotográfico hay testimonio de un país fantástico, colorista, diverso, bello… Todo lo horrible y macabro sólo quedó en la retina de nuestros ojos, en nuestro cerebro. (más…)

VARANASI, UN LUGAR DONDE ESPERAR LA MUERTE    

VARANASI, UN LUGAR DONDE ESPERAR LA MUERTE    

Llegamos a Varanasi (Benarés) en nuestro comodísimo avión «gran burbuja». En el aeropuerto nos esperaba un taxista de origen nepalí que nos llevó por aquellas calles de tránsito indescriptible: motos, bicicletas, rickshaws, coches, personas, animales…, polución, calor, sudor, olores.. Nos fuimos impregnando de todo aquello mientras observábamos aquella estampa tan habitual en la India. 

Por fin nos introdujimos en las estrechas calles del barrio antiguo hasta que debimos descender del auto pues sólo eran transitables en bici, en moto o a pie. A mis pies tuve que observar una de esas escalofriantes imágenes a las que no pude nunca acostumbrarme y que me hacen recordar de modo agridulce aquel viaje. Una mujer estaba sentada en el suelo, con los pechos al aire, un trapo envuelto en su cintura y rapada su cabeza. Llacía allí, en medio del caos. Era una prostituta, la policía les rapa la cabeza cuando las detienen, para «marcarlas», pues el que las mujeres tengan el pelo largo es un signo de decencia… Es terrible, en aquel lugar donde tanta gente sufre, las mujeres y los niños siguen padeciendo aún más los males de la pobreza y del machismo que se combinan creando el peor de los infiernos.

Con esa imagen en mi mente nos introdujimos en las callejuelas donde todo parecía más tranquilo: la gente conversaba en los portales, en los pequeños puestecillos vendían de todo, los niños jugaban y las boñigas de vaca «asfaltaban» el pavimento.   (más…)

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